Las nuevas joyas de River comenzaron a dar réditos entre los profesionales y a partir de ellos el equipo vislumbra un futuro diferente. Daniel Alberto Villalva y Rogelio Gabriel Funes Mori fueron los futbolistas más destacados en el triunfo ante Boca del miércoles último, y el recambio generacional se instala lentamente por Núñez. Entre ellos dos le provocaron muchos inconvenientes a la defensa rival y certificaron su buen momento con un gol cada uno, que desencadenó turbulencias en la intimidad del plantel de Boca. Con estos juveniles (entre los dos suman la misma edad que Martín Palermo), muy pocos hinchas se acordaron de los experimentados Marcelo Gallardo y Ariel Ortega, quienes también disfrutaron con el rendimiento de sus compañeros pero desde afuera de la cancha.

Villalva nació el 6 de julio de 1992 en Caá Catí, Corrientes, y con sus 17 años es el de más “trayectoria” de los dos. El chico debutó en Primera el año pasado y suma 12 encuentros con tres goles convertidos. “Keko”, como se lo conoce en la intimidad, mide sólo 158 centímetros pero exhibe un juego con mucha altura. Además, el jugador disputó también el año anterior el Sudamericano Sub-17 con el seleccionado argentino.

Llamándose igual que el flamante presidente de la institución, Villalva hizo delirar en Mar del Plata a Passarella, quien festejó su tanto con gestos evidentes de que había sido una definición de jerarquía. Villalva habló ayer sobre el partido ante Boca y aclaró que “nadie tiene el puesto asegurado. Hay que trabajar duro porque lo importante es el equipo, más allá de la alegría por la actuación de uno”. Y agregó: “Uno siempre se entusiasma y quiere ser titular todos los partidos, pero todavía soy chico y tengo mucho por aprender de los más grandes”.

Funes Mori tiene una historia más particular que Villalva. Si bien es apenas un año mayor, nació el 3 de mayo de 1991, en Mendoza, el delantero de 1,85 metro ya incursionó por las ligas extranjeras. En 2001 su familia se fue a vivir a Dallas (Estados Unidos), y junto con su hermano mellizo participaron de un reality-show llamado Sueño MLS. Rogelio ganó el certamen e ingresó en las Inferiores de FC Dallas.

Al chico le ofrecieron más tarde ir al Chelsea de Inglaterra, y en su estadía en ese país, en el 2008, se cruzó con la categoría ’92 de River que justamente fue a una gira por ese sitio. Cuando lo vieron le trasladaron el interés para que vaya a probarse al club. De esa manera, el “Melli” hizo su debut en el Apertura pasado ante Vélez, por la 17ª fecha, y luego jugó ante Racing y Tigre. En ese último partido Funes Mori convirtió su primer tanto en el triunfo en Victoria.

“Creo que no me voy a olvidar más de esto, es un sueño. Una noche soñada porque fue mi primer gol en el clásico”, sostuvo el atacante un día después de Boca. Y remarcó que “River saca muy buenos jugadores de Inferiores y eso es a lo que tiene que apostar”.

Estos dos jóvenes asoman como los protagonistas de una nueva camada, para intentar el resurgimiento de un equipo que viene de varias frustraciones. Ellos serán los que ocuparán los lugares de Ortega, Gallardo y Almeyda, quienes están transitando su último tiempo en el fútbol. Las grandes contrataciones no le han dado los resultados esperados a River y por ello la entidad podría comenzar su nuevo momento apoyándose en estos jugadores con una proyección enorme.

“Keko va a ser mi sucesor”, había dicho Ortega cuando el correntino asomó entre los profesionales. “A Funes Mori le veo cosas de (Hernán) Crespo”, se refirió Almeyda cuando el delantero ya estaba mezclado con los más grandes. Esas declaraciones pueden ser una buena referencia de lo que River necesita para el futuro: nombres nuevos surgidos de las mismas entrañas del club, algo que fue característico durante la década del noventa, donde la entidad se posicionó en lo más alto, inclusive también a nivel internacional.

Con Villalva y Funes Mori, River pretende asomarse a un horizonte mejor, donde los reconocimientos y el júbilo puedan ser superiores a los desencantos del pasado.