Peñarol buscaba anoche consagrarse por segunda vez como campeón de la Liga de las Américas de básquetbol enfrentando a Halcones de Xalapa. El conjunto dirigido por Sergio Hernández, organizador del caudrangular final, venció por paliza 87-58 el viernes a Quimsa, pero la inesperada caída de ayer de los santiagueños ante Espartanos de Venezuela obligaban a los marplatenses a ganar sí o sí para quedarse con el título.

En un partido que se suponía decisivo, los marplatenses no les dejaron ninguna chance a los santiagueños, en un encuentro disputado en el Polideportivo Islas Malvinas ante seis mil espectadores. Desde el primer cuarto, con el goleo de Sebastián Rodríguez, Peñarol comenzó a tomar diferencias. Ante esa situación, Quimsa, que sabía que con una victoria era campeón pero una derrota lo dejaba sin posibilidades, intentó diferentes variantes, pero nunca le encontró la vuelta a la defensa marplatense y tampoco pudo controlar a los tiradores rivales. Por eso, la diferencia se estabilizó en los 20 puntos promediando el primer tiempo.

Ni el ingreso de los suplentes resquebrajó la estructura de Peñarol, que siguió aumentando la ventaja, consciente de que la diferencia le podía servir en un eventual desempate. Así, ante el delirio de su público, terminó apabullando a un rival que se entregó mucho antes del final del partido. La caída de ayer de Quimsa con Espartanos determinó que el encuentro entre Peñarol y Halcones resultara decisivo para determinar el tercer campeón del certamen.