Ariel Ortega, quien se había ausentado el martes pasado a la práctica que el plantel de River realizó en el estadio Monumental de Núñez, se presentó ayer en el predio que el club posee en Ezeiza y realizó trabajos diferenciados, mientras que quedó descartada la llegada del mediocampista Mario Bolatti, actualmente en la Fiorentina de Italia. De acuerdo con la información oficial de la institución, Ortega faltó al entrenamiento del martes debido a que padece una sinovitis en el tobillo derecho, por lo que concurrió a la clínica Rossi para someterse a una serie de estudios médicos.

El jujeño fue ayer uno de los primeros jugadores en arribar al lugar para ponerse a las órdenes del entrenador Angel Cappa. Ortega, quien no podrá jugar el domingo ante Independiente por la tercera fecha del torneo Apertura por haber sido expulsado ante Huracán, por agresión al mediocampista Marcos Brítez Ojeda, trabajó de manera diferenciada al resto de sus compañeros.

El futbolista fue por la tarde a declarar a la AFA por la expulsión, y cuando salió del edificio de la calle Viamonte explicó: “Me sorprendí por la expulsión. El informe fue que hubo una falta abajo, no un golpe arriba. Vamos a esperar, no estoy arrepentido porque no hice nada. Y no sé cuántas fechas me van a dar”. Y en relación con su lesión, el jugador dijo: “Estoy diez puntos físicamente”. En principio, sólo recibirá una fecha como sanción.

En el entrenamiento de ayer, a puertas cerradas, el resto del plantel jugó un partido informal bajo la atenta mirada del técnico y pensando en el encuentro del domingo ante Independiente. Cappa todavía no develó quién será el reemplazante de Ortega. Los principales candidatos siguen siendo el juvenil Manuel Lanzini –el que más chances tiene– y el ex Vélez Leandro Caruso.

Por otra parte, se terminaron las esperanzas del club de Núñez de contar con Mario Bolatti, el refuerzo que tanto deseaba Cappa. El ex jugador de Huracán no llegó a un acuerdo con los dirigentes riverplatenses por su contrato, demasiado elevado para el mercado local, y continuará en la Fiorentina, aunque también existe la posibilidad de que pase a préstamo al Zaragoza, de España.

La intención de Bolatti, que ingresó ayer unos minutos en el encuentro amistoso que el conjunto italiano jugó ante el Valencia español, era cobrar la misma cifra que en la Fiorentina, 1,2 millón de dólares por año. Pero River le ofrecía un contrato de tres años desglosado de la siguiente manera: 550 mil dólares el primero, 600 el segundo, y 650 mil el tercero. Como el ex Huracán sólo estaba dispuesto a bajarse hasta un millón de dólares, la operación no pudo efectuarse.

El jugador fue el nombre que Cappa solicitó desde la llegada a River, en abril pasado, y las negociaciones comenzaron luego del Mundial de Sudáfrica, donde el volante participó con el seleccionado argentino.