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Desde San Luis

Una década atrás, los sueños de Leonel Pernía y de Norberto Fontana eran bien distintos. A uno todavía lo movía la pasión por el fútbol, después de haber compartido las inferiores de Boca con Juan Román Riquelme. El otro aún buscaba la forma de reinsertarse en la Fórmula 1, la máxima categoría del automovilismo mundial, en la que había corrido cuatro Grand Prix en 1997. Los caminos de uno y otro confluyeron por esas curvas de la vida y pueden chocar aquí, en el pintoresco circuito semipermanente puntano de Potrero de los Funes, probablemente el mejor autódromo del país, en la definición del título 2010 del Turismo Competición 2000.

Pernía, que este año disputó una carrera del Mundial de Turismo en el mítico Monza italiano, llega con tres ventajas a la definición. Los 8,5 puntos que le lleva a Fontana (aunque quedan 27 en juego en esta carrera de cierre de temporada); la diferencia técnica de su Honda Civic, que en un circuito como éste –enclavado en la ladera y rodeando el lago, con subidas y bajadas, curvas lentas y horquillas, de no más de 150 km/h– se mueve mejor que en los trazados veloces como el de Buenos Aires; y el recuento de los escuderos: Pechito López, Mariano Altuna, Néstor Girolami, sus compañeros del equipo Petrobras, van a colaborar con él en la búsqueda de la conquista.

Del otro lado, casi como único lancero de la escuadra Ford YPF, Fontana sabe de su talento y su garra para las situaciones complicadas. Sus posibilidades lucen un poquito menos válidas que antes de los 200 Kilómetros porteños, pero no pierde la esperanza. Ambos ganaron dos carreras (Pernía en los 300 Kilómetros de Santiago del Estero y en Oberá; Fontana en San Martín de Mendoza y en el callejero de Santa Fe), tienen una pole-position cada uno y se verá quién está mejor preparado para la guerra de nervios que arranca hoy a las 15.45 con los primeros entrenamientos y quién sabe si termina el domingo con la carrera.

La cita será especial porque, de paso, el TC 2000 compartirá pista con las exóticas máquinas del Mundial de Gran Turismo, que vinieron en camiones desde San Pablo hasta San Luis para disputar, también, su última fecha del año. Con populares a 20 pesos, ésta puede ser la última gran fiesta del automovilismo 2010 en la Argentina.