“¿El 2010? Sacando el Mundial, fue un año muy bueno.” Lionel Messi vino a la Argentina a pasar las fiestas y ensayó una suerte de balance sobre su temporada, indiferente al hecho de ser ignorado por segundo año consecutivo en la entrega de los principales premios a los deportistas argentinos. “Fue un año muy bueno en lo personal, en mi club. Sacando el Mundial, fue muy bueno. Lo del Mundial no fue como esperábamos”, declaró al arribar al Aeropuerto de Ezeiza.

El rosarino admitió haber sentido el esfuerzo de todo el año porque “fueron muchos partidos y poco descanso”. Messi no se refirió al hecho de que por segundo año consecutivo no ganó el Olimpia de Oro, el premio al mejor deportista argentino, pese a sus méritos. En 2009 fue galardonado el tenista Juan Martín Del Potro y este año, la Maradona del hockey, Luciana Aymar. Esa ausencia de Messi en el podio hizo ruido especialmente en España, donde nunca se entendieron las críticas de los hinchas al futbolista por sus pobres desempeños con el seleccionado argentino.

El astro del Barcelona reconoció que su paso por Sudáfrica 2010 no fue lo que esperaba, más allá de la eliminación en cuartos de final: no pudo convertir un solo tanto a lo largo de los cinco partidos que jugó en la Copa del Mundo. En ese sentido, aseguró que la Copa América que se jugará el año próximo en la Argentina “es un objetivo muy importante”. Afirmado en la Selección de Sergio Batista, el torneo continental puede ser su gran oportunidad para terminar de consagrarse con la camiseta celeste y blanca.

Messi también admitió que será difícil que este año vuelva a ganar el Balón de Oro, como ocurrió en 2009, porque competirá con sus compañeros del Barcelona Xavi Hernández y Andrés Iniesta, ambos campeones mundiales en Sudáfrica. “Comparto la terna con mis compañeros Xavi e Iniesta, pero no estoy preocupado y espero seguir así a nivel grupal y personal”, afirmó.

El técnico del Barcelona, Pep Guardiola, les concedió vacaciones a los jugadores hasta el 29 de diciembre, mientras que al rosarino le dio libertad para regresar a España el 1 o el 2 de enero. Una semana después será la gala del Balón de Oro. “Es el tercer año que Leo llega más tarde que los demás, quiero que esté con su familia en fin de año”, dijo el entrenador, justificando la decisión. El martes, la fundación que lleva su nombre organizará una cena de gala, en la que el astro estará acompañado por el brasileño Ronaldinho.