Desde Montecarlo

El español Rafael Nadal inició ayer su temporada de polvo de ladrillo con un cómodo triunfo por 6-2 y 6-2 ante el finlandés Jarkko Nieminen, que lo ubica en los octavos de final del torneo de tenis de Montecarlo. El número uno del mundo busca su séptimo título consecutivo en este certamen. “Necesito aún unos días más, éste fue solo el primer partido”, dijo a la espera de su mejor versión. “Fue muy positivo el juego con la derecha y también el servicio”, agregó. Por su parte, el argentino Máximo González se despidió del torneo al perder en la segunda ronda 6-7 (6), 7-5, 7-6 (10) con el español Nicolás Almagro, en un partido parejo y extenuante, y ya no quedan argentinos en el cuadro de singles.

A pesar de la contundencia de la victoria, Nadal se exigió al decir que debe “ser más agresivo con el revés, correr mejor y cometer menos errores”. Su rival por un lugar en cuartos de final será el francés Richard Gasquet, que derrotó ayer 6-2, 6-1 al español Guillermo García López. El principal oponente de Nadal en el torneo es el suizo Roger Federer, segundo cabeza de serie en el Principado, debido a la renuncia por lesión del serbio Novak Djokovic, invicto en la temporada.

Nadal apenas necesitó 69 minutos para superar al número 59 del ranking, al que derrotó en las seis oportunidades que se enfrentaron. Además, el español mejoró a 35-1 su record en este torneo: sólo perdió en el año de su debut, en 2003. Nadal empezó muy activo, logrando los diez primeros puntos en un duelo que representó para él el regreso a su superficie favorita, que no pisaba desde que ganó la final de Roland Garros 2010.

Nieminen salvó dos puntos de partido con el 5-1 en contra en el segundo set, pero a la tercera oportunidad, el español selló el duelo y se puso a pensar en Gasquet. “No tengo nada que perder contra él cuando juega sobre polvo de ladrillo. Trataré de hacer un buen partido”, dijo un Gasquet que intentó quitarse presión. “Debo estar relajado y jugar sin nervios y no tener miedo a golpear como sé. Eso está muy bien sobre el papel, pero en la cancha y con él del otro lado, uno queda confrontado con la realidad. Nadal juega muy profundo, muy rápido, es imposible superarlo”, analizó.

Por otro lado, el tandilense González, 93 del ranking, batalló durante tres horas exactas y dispuso de tres match points ante un especialista en polvo de ladrillo como Almagro (12), campeón este año en Costa Do Sauípe y Buenos Aires y finalista en Acapulco.

González ingresó al torneo tras atravesar la clasificación, venció en la ronda inicial al rumano Víctor Hanescu y estuvo ayer a tres pelotas de superar al murciano, para redondear la mejor actuación de su carrera en un torneo de la categoría Masters 1000. El argentino, ganador de 10 Challengers en su carrera, dispuso su primer match point en el segundo set con Almagro al servicio y el marcador 5-4 y 40-30 en su favor, y luego en el tie break estuvo primero 8-7 y luego 10-9, pero dejó escapar esas ocasiones, mientras Almagro mostró su categoría para llevarse el duelo.

En otros partidos, el escocés Andy Murray, tercer favorito, cortó una racha de cuatro derrotas seguidas tras caer por segundo año consecutivo en la final del Abierto de Australia, al vencer 6-1 y 6-4 al checo Radek Stepanek. “Es una superficie muy exigente para mí”, admitió Murray. “Jugué bien y estoy feliz por lograr este triunfo. Siempre necesito tiempo para acostumbrarme al polvo”, agregó. El cuarto favorito, el español David Ferrer, superó 6-2, 6-0 a su compatriota Feliciano López, mientras que Tommy Robredo le ganó por 6-4, 6-3 al también español Fernando Verdasco, sexto cabeza de serie.

También avanzaron los franceses Gael Monfils y Gilles Simon. El primero, octavo preclasificado y que no jugaba por lesión desde febrero, eliminó 7-5, 6-2 al español Daniel Gimeno Traver, mientras Simon superó por 6-3 y 6-4 al también español Albert Montañés.

El torneo Masters 1000 de Montecarlo abre la gira europea sobre polvo de ladrillo y reparte 2,22 millones de euros (3,17 millones de dólares) en premios y puntos para el circuito ATP.