Vélez siguió a paso firme también en el plano internacional, y con otra actuación convincente superó 3-0 a Caracas y se ubicó en los octavos de final de la Copa Libertadores. Los de Liniers terminaron segundos y conocerán a su rival la semana próxima.

El local sorprendió a Vélez en los primeros minutos, debido a que se adueñó de la iniciativa del partido, y comenzó a hacer circular la pelota hacia los laterales para el desconcierto de los visitantes. Los volantes venezolanos prevalecían por sobre los de Vélez y trataban de buscar los desbordes por los costados.

Vélez no podía controlar la velocidad de algunos jugadores venezolanos y perdía con frecuencia las marcas. Precisamente, Zapata perdió la pelota cerca del área, Peña se la quitó y lanzó un centro que recorrió toda el área pero nadie pudo conectar. Enseguida, Cubero debió ser expulsado por una falta sobre Martínez en la puerta del área, pero el árbitro sólo lo amonestó.

El local seguía presionando y Josef Martínez estuvo cerca de marcar, pero su zurdazo se fue desviado. La capacidad de varios futbolistas de Vélez hacía que sin tener el domino podía llegar con peligro. En ese marco, Alvarez se desprendió por el centro y su tiro al arco salió por arriba. Pero en su primera aproximación seria, Vélez se puso en ventaja: Martínez se desprendió por la derecha, lanzó la pelota al otro lado y Moralez convirtió con un remate de pique al suelo.

Caracas estuvo cerca de igualar con un tiro libre ejecutado por Lucena, donde la pelota salió al lado del palo. Pero cuando aparecían los jugadores desequilibrantes de Vélez todo podía cambiar, y en una acción combinaron Martínez con Silva, y el arquero Vega atrapó justo cuando el uruguayo intentó superarlo por arriba.

El final del primer tiempo encontró a los jugadores de Caracas reclamándole al árbitro, por algunos fallos que terminaron perjudicando a los locales. Pero si había alguna posibilidad de que Caracas pudiera llegar a la igualdad, se desvaneció rápidamente en el inicio de la segunda parte, cuando Vélez apretó el acelerador y en nueve minutos convirtió dos goles. Silva apareció en toda su dimensión. Primero cuando intentó tirar un centro desde la izquierda y la pelota se terminó metiendo por el otro lado ante la falta de reacción de Vega. Y después aumentó la cuenta con un cabezazo, sin marca, al conectar un envío de Alvarez desde la derecha, que enganchó en el área para dejar atrás a su marcador.

El resultado en Chile ya no le importaba a Vélez, y en el final se dedicó a regular los esfuerzos pensando en el futuro.