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Diego Maradona insiste en denunciar, casi 20 años después, el presunto doping generalizado en la Selección Argentina en el repechaje de las Eliminatorias para el Mundial 1994. El astro aseguró que Julio Grondona habilitó a los futbolistas del equipo que dirigía Alfio Basile para que consumieran lo que quisieran. Basile rechazó ayer la idea: “Si veo un jugador que se está dando con algo, lo mato”, afirmó tajante.

“Grondona nos dijo una semana antes que podíamos tomar la sustancia que quisiéramos porque no iba a haber antidoping”, disparó Maradona, en referencia al partido en Sydney. “No sé quién tomó. Lo único que sé es que yo me pasé caminando con Claudia hasta las 8 de la mañana por todo Australia y que también hubo varios que no pudieron dormir, no sé por qué”, añadió.

Maradona había desatado la polémica el domingo, en torno de la disputa por la presidencia de la AFA, asegurando que antes de esos partidos les habían dado a los jugadores un “café veloz”, porque “Argentina no podía quedarse afuera del Mundial”. Algunos futbolistas de ese plantel, como Hugo “Perico” Pérez o Jorge “Cacho” Borelli, lo desmintieron. Basile lo hizo ayer a su manera. “Cuando Grondona vino, también estaba Basile. Será una pelotudez, como dijo, pero porque él está bien con Grondona y yo, mal. Es lógico”, señaló Maradona.

“Los que quieran discutir conmigo, saben dónde vivo”, afirmó con relación a ellos. “Pero que no boludeen por los diarios, porque están entrando en el juego de Grondona. No-sotros, los jugadores, le estamos haciendo un apriete a Grondona para que mejore el fútbol, y ahora resulta que se ofenden por lo que es verdad.” Después fue más a fondo: “Que no se hagan los Teresa de Calcuta, porque cuando tuvieron que cobrar el premio de la clasificación, fueron en el coche más rápido que tenían”, aseguró.

Grondona había explicado en su momento que acordó con la Federación de Australia que no hubiera controles antidoping en ambos partidos porque Maradona “venía de un proceso de cumplir (una sanción de dos años) por un problema de doping”, y agregó: “Hay que hacer memoria. Lo que se hizo fue para evitar el escándalo si pudiera pasar algo con Maradona o con cualquier otro” jugador. “Quién sabe si equivocadamente, con el temor de que pudiera pasar alguna cosa, traté que en el último partido no hubiera control porque venían los jugadores que no tenía en mi país y uno no puede saber qué toman y qué dejan de tomar. Eso no quiere decir que se abrió para que se doparan, que es lo que se quiere dar a entender”, aseveró Grondona. Según Maradona, “el jugador de fútbol, si el médico le dice que coma mierda para jugar, la come. El jugador lo que quiere es salir a la cancha”.