En un partido chato y sin brillo, Independiente fue un poco más ambicioso que Banfield, y por eso lo derrotó 2-0 como local, con goles de Ferreyra y Farías. De esta forma, el conjunto de Avellaneda llegó a los 17 puntos y sueña con pelear arriba, mientras que el elenco que conduce Eduardo Acevedo sigue a la deriva y quedó muy cerca de la Promoción.

El empate de visitante ante los mendocinos le dejó un sabor amargo. Por eso, los dirigidos por Cristian Díaz salieron a la cancha con el anhelo de repetir el mismo rendimiento que frente a Racing. Sin embargo, a Independiente le costó, y mucho. Arrancó con todo, como una tromba, que parecía que se llevaba a Banfield por delante. Pero si bien dispuso de algunas situaciones de gol, por intermedio de Farías y Patricio Rodríguez, lo cierto es que a medida que pasaron los minutos, el local, que no deslumbró durante toda la noche, se quedó, y el conjunto conducido por Eduardo Acevedo se animó, con las trepadas por la izquierda de Nicolás Tagliafico y la rebeldía de Jonathan Gómez. No obstante, ninguno de los dos estuvo fino en el último pase y estuvieron lejos de inquietar seriamente al arquero rival en la primera parte.

En el complemento, los papeles se mantuvieron. Banfield, cauteloso y amarrete, se refugió atrás, e Independiente, ambicioso pero sin ideas, fue a buscarlo. Y el premio a la búsqueda llegó a los 25. Ferreyra abrió un encuentro monótono con un gol de otro partido. El volante sacó un zurdazo desde afuera del área, que se metió contra el ángulo izquierdo de Lucchetti. Tras el gol, el visitante acusó el golpe y sumido en la desesperación se fue del partido, mientras que Independiente, que no tuvo una gran noche, lo liquidó a 10 del final, por intermedio de Farías, que tras un centro de Ferreyra, cabeceó solo a la red.