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En la NBA al día siguiente las noticias son viejas. Se juega tan seguido que un encuentro pisa al otro y los números de un partido se superponen con los del siguiente. Así, la noticia de ayer fue la notable actuación de Manu Ginóbili la noche del miércoles en el segundo partido de las semifinales del Oeste entre los Spurs de San Antonio, su equipo, y los legendarios Los Angeles Lakers: segunda victoria consecutiva de los locales –paliza esta vez– por 114-95 con el marcador decidido desde el tercer cuarto y memorable participación del alero argentino, con 17 puntos en 24 minutos y un primer segmento de ensueño. Pero eso es viejo, porque la noticia es que el tercer partido ya se juega hoy en Los Angeles.
La importancia del trabajo del alero argentino va más allá de los números. Su juego –integrado dentro del equipo y sus necesidades– hace diferencia. El miércoles Ginóbili fue el segundo goleador de su equipo y en los 24 minutos que jugó tuvo la siguiente planilla: 5-7 en dobles, 7-8 en libres, 3 rebotes, 3 asistencias, 1 tapón, 2 robos, 2 faltas y 3 pérdidas. Con éste, San Antonio lleva esta temporada seis triunfos consecutivos sobre los Lakers (cuatro en la fase regular), pero también arrastra el antecedente de haber sido eliminados en los playoffs de las dos últimas temporadas por los comandados por Shaquille y Coby, que en ambos casos les pasaron por arriba para salir campeones después. En el segundo partido la gran figura de la noche y del ganador fue Bruce Bowen con 27 puntos (3-4 en dobles y 7-8 en triples, record histórico para San Antonio en partidos de playoffs).
Ginóbili ingresó por primera vez a la cancha cuando recién se jugaban 3 minutos 40 segundos y San Antonio ganaba por 10 a 8. Desde ese momento hasta el final de ese segmento, el bahiense dio un show en el ataque (4-4 en dobles y 2-2 en libres), terminando el parcial con 10 puntos, el máximo de la cancha. Los Spurs aprovecharon que Shaquille O’Neal cometió dos faltas ofensivas muy rápido, atacaron fácil el aro de los Lakers y se llevaron el parcial por un cómodo 31 a 18. En el comienzo del segundo período, Kobe Bryant ajustó la marca sobre Ginóbili, quien no tiró en los primeros tres minutos y fue reemplazado por Bruce Bowen, figura de los Spurs con 5-6 en triples en la primera mitad.
Manu volvió a la cancha cuando restaban 4 minutos y medio; falló los dos primeros intentos de dobles y anotó el tercero. O’Neal terminó laprimera mitad como el goleador del partido con 19 puntos, pero su equipo era superado por un amplio 60 a 43.
Ginóbili comenzó la segunda mitad en el banco de los suplentes y como sus compañeros mantuvieron la ventaja, recién volvió a la cancha cuando faltaban 4 minutos. En esos minutos, el bahiense recibió tres faltas (una intencional de Jannero Pargo) y anotó 5 de 6 desde la línea de libres, cuando la diferencia promediaba los 30 puntos.
El último cuarto estuvo de más, con muchos suplentes en ambos equipos ante la aplastante diferencia de San Antonio.