EL PAíS
Una Asamblea muy formal con guiños para nuevas lealtades peronistas
En un trámite rápido, el pleno de senadores y diputados proclamó ayer las fórmulas Carlos Menem-Juan Carlos Romero y Néstor Kirchner-Daniel Scioli que competirán el próximo 18 en el ballottage.
Por Felipe Yapur
La Asamblea Legislativa fue un acto meramente formal. En pocos minutos, los senadores y diputados nacionales proclamaron las fórmulas integradas por Carlos Menem-Juan Carlos Romero y Néstor Kirchner-Daniel Scioli como las duplas que participarán del ballottage el próximo 18 de mayo. Hasta allí todo el formalismo. Sin embargo, la Asamblea se transformó en un improvisado escenario que mostró el reencuentro de ex candidatos presidenciales, pero sobre todo, sirvió para que se produzcan convenientes acercamientos a los legisladores que representan a los contrincantes de la segunda vuelta.
El titular del Senado, José Luis Gioja, tuvo a su cargo la conducción de la Asamblea. La importancia del encuentro obligó al sanjuanino a quebrar su costumbre de no usar corbata y, acompañado por el presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, designó una comisión compuesta por seis diputados y seis senadores para que registrasen la información enviada por la Junta Electoral Nacional con el resultado final de la primera vuelta electoral. Estos legisladores tuvieron como misión confirmar la cantidad de sufragios que obtuvieron las dos fórmulas más votadas y emitieron un dictamen luego aprobado, sin discursos, por la totalidad de los presentes. Todo iba bien y hasta aburrido por el estricto apego a la formalidad de una Asamblea que por primera vez en la historia definía un ballottage. Así fue hasta que apareció Juan Carlos Oyarzún, el secretario parlamentario del Senado, quien tuvo a su cargo la lectura de la resolución del cuerpo colegiado y donde se citaban los porcentajes obtenidos por las duplas más votadas. Oyarzún, un ex senador que supo abrevar en aguas del menemismo, tuvo un lapsus en contra de quienes fueron sus aliados al leer que Menem obtuvo el 24,45 por ciento de los votos y, sorpresivamente, le sumó dos puntos a Kirchner a decir que había cosechado el 24,24 por ciento de los sufragios. Por unos segundos se produjo un silencio y se pudo ver miradas atónitas de varios legisladores. El cuchicheo fue in crescendo hasta convertirse en un tibio abucheo desde las bancas menemistas y amplias sonrisas entre las huestes kirchneristas. Esto obligó a Gioja a pedirle a Oyarzún que corrija el error de lectura. El funcionario parlamentario subsanó el yerro y aclaró que el patagónico había obtenido 22,24 por ciento.
El trámite fue veloz, pero ello no impidió que los movimientos en las bancas dieran cuenta de cómo quedaron las relaciones entre algunos diputados o senadores luego de los comicios. Sin duda, el más perjudicado de todos fue el radical Leopoldo Moreau, a quien se lo vio deambular entre las bancas sin que alguien se le acercara siquiera a darle una palmada en la espalda. Todavía sigue caliente la traumática y catártica reunión de bloque que se desarrolló entre el martes y el miércoles y donde el ex candidato presidencial fue el centro de las críticas por la paupérrima performance electoral. No sufrió el mismo desaire su compañero de fórmula, Mario Losada, quien no sólo fue objeto –por así decirlo– de más cariño por parte de sus correligionarios sino también de algunos peronistas que cruzaron el recinto, como el duhaldista Daniel Basile, para saludarlo.
Los menemistas y kirchneristas, como era de esperar, ni se dirigieron la palabra. La senadora Cristina Kirchner se ubicó lejos de Eduardo Menem y ni siquiera hubo cruces de miradas. Sin duda, la santacruceña fue la más saludada. Hasta ella no sólo se acercaron aquellos legisladores que trabajaron para la candidatura de su marido como la tucumana Stella Córdoba sino también algún recién llegado como el senador entrerriano Jorge Busti. Otro que concitó buena parte del besamanos fue el ministro del Interior, Jorge Matzkin. Presenció la Asamblea desde uno de los palcos bandejas del hemiciclo. Hasta allí llegaron decenas de duhaldistas. Los exsocios menemistas del ministro se mantuvieron lejos y mirándolo con recelo.
Si las bancas justicialistas mostraron los nuevos alineamientos, entre las del ARI sucedió lo mismo. Elisa Carrió no sólo fue felicitada por los votos obtenidos por legisladores del PJ y la UCR, también se notó el acercamiento con el ibarrismo que se da por estos días. Por caso, la senadora Vilma Ibarra permaneció durante el trámite de la Asamblea al lado de Carrió.