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Carlos Menem apeló ayer al miedo para ver si puede captar algunos votos que por ahora parecen destinados a su competidor. Lo hizo al pronosticar que Néstor Kirchner no concluirá su mandato, al igual que ocurrió con Fernando de la Rúa, ya que tiene un poder “prestado” y su base política la conforma la misma gente que integró la Alianza.
“No termina porque no tiene poder”, consideró Menem sobre Kirchner, aclarando inmediatamente que esto ocurrirá por presión de la gente y no por un eventual golpe militar.
La equiparación del candidato oficial con el ex presidente radical se acordó en el bunker de campaña menemista. Y por eso desde Menem hasta el último de sus hombres lo repite cada vez que puede. Más aún, hasta han consensuado hacer cadenas de e-mail que llegaron, incluso, a las direcciones de periodistas.
El propio Menem dio un puntapié inicial al tema anteanoche, al recibir en el Hotel Presidente a Nito Artaza, tal como consignó Página/12.
–¿Sabés cómo le dicen a Kirchner en alemán? –le preguntó a su invitado.
–¿Cómo?
–De la Rúa –se autofestejó el ex presidente.
Menem busca atribuirle al santacruceño el defecto de la “debilidad” con el argumento de que no tiene poder propio sino el que le construyó el aparato duhaldista. “Recibe de prestado el poder y quiere continuar una coalición que no se diferencia mucho de la ex Unión Democrática de los restos de la Alianza que apoyó a De la Rúa: Moreau, Alfonsín, Duhalde y sus acólitos”, dijo.
Tanto en su charla con las agencias de noticias, en un acto con los sindicalistas en el Coliseo –en cuya puerta recibió insultos de los transeúntes–, como en un acto en Quilmes, Menem habló de la “trampa” que le tendieron en las elecciones del 27 de abril.
“Como perdieron pretenden demostrar que son ellos lo que ganaron... con todos los votos comprados, las maniobras que llevaron a cabo, no nos van a vencer”, se refirió por la noche sobre su competidor del Frente por la Victoria.
No fue a la única trampa a la que aludió. También pidió –en un reclamo que sostiene hace tiempo– volver al sistema de Colegio Electoral en reemplazo del voto directo. “(El 27 de abril) Nos metieron la mula, si no la diferencia hubiera sido mayor, hubiera ganado en primera vuelta”, dijo. El Colegio Electoral equiparaba el peso de una elección en las provincias chicas con las grandes.
“Ahora, por culpa de una maniobra tramposa, nos vemos obligados a triunfar nuevamente el 18 de mayo. Y vamos a ganar desde el centro del ring y por demolición”, atizó en clara respuesta a Eduardo Duhalde, quien en la semana había dicho, también utilizando un lenguaje boxístico, que el ex presidente perdería la elección por abandono o por nocaut.
Amén de las frases, lo cierto es que la posibilidad de un fraude o desmanejos en el proceso electoral preocupan sobremanera a Menem. Tanto, que no olvidó en cada uno de los lugares en donde habló en pedir a los fiscales que controlen los comicios “con toda la fuerza, con sangre, con su alma y su corazón”.
Menem también planteó otro desafío, ya no sobre Kirchner sino directamente sobre Duhalde. “Si no es el muletto, si no es el peón, que sea el patrón, el mandadero, el que ponga la cara y explique su plan de gobierno. Porque esto que vivimos ahora es un desgobierno. Es un caos”, ninguneó. Pero no se quedó ahí. Y volvió a poner al Presidente entre los responsables de la salida anticipada de De la Rúa del poder, maniobra que definió como un “golpe institucional”.
En el reparto de críticas, tampoco se olvidó de Felipe Solá. Primero dijo que “atacó indiscriminadamente” a la policía cuando aludió a la supuesta falta de convicción de algunos hombres de la fuerza. Hizo un paréntesis prometiendo pasar la Secretaría de Seguridad al área de Presidencia para hacerse cargo “personalmente” de la lucha contra la delincuencia. Y después volvió sobre el gobernador bonaerense. “¿Qué tiene que criticarme a mí que lo paseé diez veces en el coche descapotado de la Rural?”, cuando el mandatario provincial era su secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca.
En su última intervención pública de la jornada, anoche en Quilmes, Menem aseguró tener una encuesta realizada en Córdoba que lo muestra lejos por encima de Kirchner. “Me impongo con el 75 por ciento contra el 25 del otro candidato”, señaló.
Sea verdad o mentira, el gesto se pareció a un manotazo de ahogado de quien sabe que todas las encuestas nacionales hasta ahora lo dan perdedor sin ningún atenuante.