Dos goles de Paolo Goltz, una actuación regular y un rival débil le alcanzaron a Lanús para ganar 2-0 en Caracas y traerse más de media clasificación de Venezuela. La revancha es la semana que viene.

Los primeros minutos marcaron la diferencia de jerarquía entre ambos conjuntos. Con personalidad, el conjunto de Barros Schelotto se plantó en campo rival y muy pronto puso en aprietos al arquero Baroja. Los errores defensivos del equipo venezolano y la ambición de Lanús en esos primeros minutos se conjugaron para que el conjunto argentino generara tres ocasiones claras de gol. Hasta que Ayala ejecutó un centro al primer palo, donde Goltz anticipó a sus marcadores y cruzó un cabezazo que pegó en el poste y se metió. Por más que no se habían jugado veinte minutos, la ventaja ya era justa.

El problema es que el gol aplacó el apetito de Lanús. Con la diferencia, la estrategia pasó por replegarse unos metros, regalarle la pelota al rival y aguantar el partido, sin que Marchesín pasara sobresaltos. Para que el plan diera resultados, mucho influyó la poca pericia de Caracas, que no mostraba variantes ofensivas para generar peligro. Por eso el desarrollo del partido se tornó monótono y con muchas imprecisiones, entre un equipo que atacaba mal y otro que no mostraba muchas intenciones de hacerlo. Por eso, el único momento difícil fue un remate de Luis González que dio en el travesaño. Sobre el final, un regalo del árbitro le posibilitó a Goltz anotar el penal que le terminó de dar la tranquilidad a Lanús, que consiguió lo que fue a buscar.