Viernes, 31 de enero de 2014 | Hoy
EL PAíS › HUGO YASKY LES APUNTA A LOS SECTORES ECONOMICOS CONCENTRADOS
El titular de la CTA advierte que “los trabajadores no deben pagar los platos rotos de las movidas especulativas”. Cree que el Gobierno debe hacer “una convocatoria política amplia a todos los actores sociales” para frenar a “los que se quieren quedar con todo”.
Por Miguel Jorquera
El líder de la CTA, Hugo Yasky, afirma que “los trabajadores no deben pagar los platos rotos de las corridas cambiarias, las movidas especulativas y las maniobras con el dólar que generaron estas condiciones para desestabilizar la economía”. Les apunta a los sectores “económicos concentrados” que “quieren volver a la recesión con caída del empleo y los salarios”. Propone acuerdos paritarios cortos, de “tres meses”, para “no perder poder adquisitivo de los salarios”, y que al mismo tiempo el Gobierno realice “una convocatoria política amplia y de todos los actores sociales” para “hacer efectivos” los controles de precios y de la especulación financiera, para frenar a “los que se quieren quedar con todo”.
–¿Cómo evalúa la CTA la devaluación y cómo afectó a los trabajadores?
–Vemos con preocupación que desde hace meses se intensifica una ofensiva de los grupos económicos vinculados a la especulación financiera, cerealeros, la Sociedad Rural, grandes bancos extranjeros, multinacionales como la Shell, grandes empresas que se dicen nacionales, como Arcor, que están tratando de generar condiciones que le cierren al Gobierno los caminos que desde 2003 viene intentando abrir para darles capacidad de generar consumo a los sectores populares, desarrollar políticas públicas que requieren inversión social, mantener las paritarias libres y sostener la recuperación del empleo.
–El posible efecto sobre los trabajadores de esta escalada de los sectores económicos concentrados, ¿se puede enfrentar a través de las paritarias?
–La situación a la que nos llevaron los embates de estos sectores, que después de decir que el dólar estaba atrasado dicen ahora que el problema no es el dólar sino la inflación, y que por eso el Gobierno debe dejar de emitir, es compleja. Quieren volver al esquema de recesión, que caigan el empleo y los salarios, además de la reducción del gasto público. Para enfrentar eso, en las condiciones que quedamos, creo que el Gobierno tiene que convocar a los sectores que representan al empresariado vinculado al interés nacional, a la pequeña y mediana empresa, a los pequeños productores del campo, a las organizaciones que representamos a los trabajadores, y organizar un ámbito tripartito para tomar decisiones que generen eficacia en los controles de precios, sobre la especulación financiera, y a la vez mantener el poder adquisitivo de los salarios. Es imprescindible que después de la devaluación y del aumento de las tasas de interés, busquemos las medidas para mantener el poder adquisitivo de los salarios, porque si no, inevitablemente, vamos a ser arrastrados al escenario que pretenden quienes quieren terminar con las políticas del kirchnerismo para reinstalar el ajuste que vienen propiciando hace años.
–¿Alcanza con eso?
–Esto tendría que estar acompañado con una convocatoria política muy amplia, con la participación de todos los sectores sociales, para garantizar metas de inversión, los presupuestos para la continuidad de las políticas públicas que se vienen llevando adelante, de sostenimiento de los niveles de empleo, el compromiso empresario para complementar el plan Progresar...
–Eso desde lo político, pero muchos trabajadores van a tener que lidiar en paritarias con esos sectores empresarios a los que usted denuncia como especuladores. ¿Cómo imagina que se va a resolver esa disputa?
–Los trabajadores no podemos aceptar que seamos nosotros los que paguemos los platos rotos de las corridas cambiarias, de las movidas especulativas y las maniobras con el dólar que generaron estas condiciones para desestabilizar la economía. Frente a esta realidad, los trabajadores deben defender el salario y el Gobierno tiene que gestar una convergencia detrás de ese objetivo común y defender el rumbo económico para no retroceder en los derechos que se conquistaron por medio de la redistribución de la renta. Recuperar posiciones en ese reparto para los trabajadores y para un Gobierno que orienta políticas populares es ir contra de los poderosos intereses que siempre gobernaron el país a control remoto. Recuperar esto lleva años, como lo planteó Néstor (Kirchner) para salir del infierno, y hoy todavía queda una deuda grande, como el empleo en negro y el desempleo juvenil. Aun así, perder todo esto es cuestión de días si no hay una política de los trabajadores, apoyados en el sector público, que pueda enfrentar a los que quieren quedarse con todo.
–Antonio Caló, de la CGT, dijo que con la escalada de precios a los trabajadores metalúrgicos no les alcanza para comer. ¿Opina lo mismo?
–Hay trabajadores que llegaban con lo justo a cubrir la canasta familiar y que, con este abuso que están cometiendo los formadores de precios, quedan con la cabeza debajo del agua. Hay otros que vienen mejor y todavía tienen espalda. Pero está claro que si no se enfrenta esta especulación y se acepta que estos cambios se paguen con el retroceso del poder adquisitivo de los salarios, vamos a retroceder diez casilleros. No lo podemos permitir. Creemos que hay que discutir acuerdos de corto plazo y de manera simultánea generar una convocatoria política y social que discuta el conjunto de las variables de la economía y las políticas públicas. Y recién después de eso, cuando sepamos dónde estamos parados, tratar los acuerdos paritarios.
–¿Por cuánto tiempo cree que deberían ser esos acuerdos?
–Tres o cuatro meses, un acuerdo corto que sirva para generar ese otro escenario que planteamos, y entonces sí terminar de cerrar la paritaria.
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