Vélez aprovechó que el fixture le colocó dos equipos recién ascendidos en los primeros dos encuentros, de local, y cumplió con los deberes. Le ganó 2-1 a Crucero, que se defendió bien y encontró el descuento con un brillante tiro libre de Nicolás Martínez a pocos minutos del final.

Los de Liniers se adueñaron de la pelota en el arranque del partido. Hicieron control, circulación y buscaron ensanchar la cancha con la proyección de Jerez, mientras que el conjunto visitante esperaba de mitad de cancha para atrás. Aunque la primera jugada de peligro, en el minuto siete, fue para los dirigidos por Schurrer. De contraataque, Diego Torres habilitó cruzado a Avalos y el delantero paraguayo hizo volar a Sosa con un derechazo desde afuera del área. El conjunto comandado por Russo tuvo dominio absoluto de la pelota pero no supo qué hacer con ésta. La chance más clara llegó, en el minuto 28, con un cabezazo de Caraglio desde un corner. Y tuvo que ser de pelota parada porque el conjunto de Misiones hizo una tarea impecable en defensa. También desde lo estratégico, porque tapó bien a los volantes externos y sólo liberó a Somoza, adrede, porque el mediocampista no les causaba inconvenientes.

En el arranque de la etapa complementaria, siguiendo la misma receta, Vélez encontró la apertura. Fabián Cubero volvió a subir por su carril, a pesar de que intentaban aprovechar su espalda, habilitó a Rolón, el volante campeón con el Seleccionado Sub-20 envió un centro largo y Cabral, de cabeza y por sobre la humanidad de Caffa, encontró el tanto de la ventaja.

A pesar de la apertura en el marcador, el trámite del encuentro no se modificó. Vélez con el monopolio del juego, pero sin demasiadas ideas ante la ausencia de un creativo, y Crucero tratando de maquillar sus limitaciones con garra y orden. Cuando se cumplían 65 minutos, en la segunda jugada colectiva en ataque, Milton Caraglio quedó de cara al gol y definió desviado. También tuvo la mirada desviada Pavone cuando lograron filtrarle una pelota en el área. Contestó Monserrat, que acababa de ingresar, con un remate desde afuera del área. Yamil Asad pudo liquidarlo, pero en lugar de definir quiso eludir al arquero. El lema de que el fútbol da revancha se hizo realidad en apenas unos segundos: el hijo de Omar Asad volvió a hacerse del balón y esta vez definió con frialdad, luego de una gran jugada individual. El partido le dio tiempo a Crucero para descontar con una gran ejecución de Martínez.