En el debut de Tite como seleccionador, Brasil como visitante dio una muestra de autoridad al golear en un escenario dificilísimo por 3-0 a Ecuador, por la séptima fecha de las Eliminatorias. Neymar abrió el marcador con un penal y el pleito se cerró con dos tantos del también debutante Jesus, todos en el complemento. El equipo dirigido por el argentino Gustavo Quinteros se quedó con diez por la expulsión de Paredes. De este modo, el conjunto brasileño acumuló 12 puntos y el martes recibirá a Colombia, en tanto que Ecuador, con 13 puntos, visitará a Perú.

Con su oro olímpico, el único título que no tenía en sus vitrinas, el Scracht llegaba dulce a la altura de Quito, aunque en una posición incómoda en la tabla: sexto y fuera de la zona de clasificación al Mundial de Rusia 2018. Jugar con uno de los punteros de las Eliminatorias hasta ayer, en un reducto casi inexpugnable y a 2.850 metros de altura no era nada sencillo. Pero la verdeamarela de Tite fue una orquesta bajo la batuta de un Neymar enorme y que también contó con los milagros, pero sobre todo el talento, de un tal Jesus.

El primer tiempo fue parejo, con Brasil regulando oxígeno y los ecuatorianos insinuando con un poco más de agresividad, apoyados por el aliento de su gente, en un Estadio Atahualpa colmado.

Ya en el complemento, al minuto avisó Neymar con un envío que se fue arriba del travesaño. Pero a los 25 escapó Jesus solo dentro del área y Domínguez le cometió un claro penal. Neymar ejecutó con justeza junto a un palo. El 1-0 para Brasil era merecido.

A partir de ahí Ecuador se lanzó a con todo en busca del empate. Pero el visitante no se refugió atrás. A los 75, Paredes fue abajo con plancha a Renato Augusto y el árbitro le sacó la roja. En inferioridad numérica, Ecuador parecía desinflarse. Y a los 42, Neymar abrió para Marcelo, que llegó al fondo y metió un centro que conectó Jesus de taco para el 2-0. Enseguida, otra contra tomó mal parada a la defensa local y Jesus volvió a someter con clase a Domínguez. Fue 3-0 y final feliz de la excursión brasileña en la temida altura, con tres puntos valiosos que invitan a soñar con Rusia 2018.