Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer, los tres sindicalistas que conducen la CGT.
Imagen: Joaquín Salguero.

Los funcionarios nacionales que hoy recibirán por primera vez a la nueva conducción de la CGT ya tienen una idea de qué les espera. El tono con el que los sindicalistas irán al encuentro en el Ministerio de Trabajo lo anticipó ayer Héctor Daer, uno de los tres miembros del triunvirato a cargo de la central sindical, quien advirtió que el gobierno de Mauricio Macri se mostró hasta ahora “contrario a los intereses de los trabajadores” y reclamó “rectificar políticas que están llevando a cabo”. Inflación, tarifas y apertura indiscriminada de las importaciones sobresalen entre los temas que plantearán los gremialistas, quienes más allá de la inquietud por la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y la forma de recomponerlo, harán un pedido concreto: la actualización extraordinaria de las jubilaciones y los planes sociales para compensar el deterioro que sufrieron en los primeros meses de este año.

La reunión entre los sindicalistas y los funcionarios nacionales está pautada para las 9 de la mañana en la sede de la cartera laboral de Leandro Alem al 600. Será la primera vez que unos y otros se vean formalmente las caras desde que al frente de la CGT quedó la conducción colegiada que integran Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. En nombre del Gobierno los recibirán el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, junto a sus pares de Producción, Francisco Cabrera, y de Salud, Jorge Lemus, y el coordinador del Gabinete Económico, Mario Quintana. Junto a la cúpula cegetista irán, entre otros, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, José Luis Lingeri, Pablo Moyano, Omar Maturano, Roberto Fernández, Jorge Sola y Abel Frutos.

Los gremialistas no esperan para este primer encuentro grandes definiciones de sus interlocutores, pero sí “plantear algunos temas complicados y semblantear hasta qué punto en el Gobierno están dispuestos a dialogar con nosotros”, adelantó uno de los que participará de la reunión. Al tope de las preocupaciones de los sindicalistas figuran la inflación, el aumento de las tarifas y la entrada indiscriminada de productos del exterior que pone en jaque a varios sectores.

Algo de eso anticipó ayer Daer cuando pidió que el Gobierno “resuelva el tema de la importación para no seguir destruyendo trabajo argentino” y no descartó que los sindicatos exijan un bono para contrarrestar la caída del poder de compra de los salarios. “Puede ser eso, una determinada cantidad de suma a fin de año; cada mapa de cada actividad es diferente, no podemos hablar de una generalidad, pero vamos a sostener el poder de compra del salario”, afirmó.

Lo que le pedirá la CGT al Gobierno es una mejora de las jubilaciones y los planes sociales más allá de la establecida para septiembre en la ley de movilidad jubilatoria. “Esa actualización se define en función de un índice que refleja lo del año pasado. Los aumentos que hubo entre abril y septiembre recién se verán reflejados en la actualización de marzo del 2017. Los jubilados y los beneficiarios de planes sociales no pueden esperar hasta entonces”, les dirán los sindicalistas a los funcionarios.

La expectativa de los dirigentes cegetistas es, según dicen, “explotar con inteligencia la interna entre el ala política del Gobierno, que entiende que no se puede seguir en esta línea, y el ala de los hacedores de negocios”. Hoy empezarán a hacer el intento de torcer por esa vía el rumbo que tomó Macri con un as bajo la manga por si no llegan a lograrlo: posibles medidas de fuerza. “No tengan dudas de que vamos a utilizar todos los instrumentos de acción directa necesarios para lograr los objetivos que nos planteamos”, avisó también ayer Daer.