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ESTADOS UNIDOS
Hegemonía en peligro

China pulverizó los pronósticos de los expertos con la sorprendente actuación de sus atletas en los Juegos de Atenas, lo que ha llevado a preguntarse si el predominio olímpico de Estados Unidos empezó ya a declinar. “Cada vez se les hace más difícil subir al podio a los deportistas estadounidenses”, dijo el titular del Comité Olímpico estadounidense (USOC), Jim Scherr. Como ha ocurrido en 12 de los 25 Juegos Olímpicos modernos, Estados Unidos acabó en Atenas en lo alto del medallero, pero dejó abierto el interrogante de si ese dominio persistirá en Pekín 2008.
La revista especializada Sports Illustrated había pronosticado que Estados Unidos ganaría 111 medallas, superando su cosecha total de 97 lograda en Sydney 2000, pero no fue un rendimiento espectacular como para evitar que China lo desplace dentro de cuatro años del primer lugar aprovechando su condición de local.
Si se miran las 103 medallas ganadas por Estados Unidos en estos Juegos, se rebasó en seis el total de Sydney, pero en lo cualitativo hubo un ostensible bajón, con 38 preseas doradas, frente a las 40 ganadas en Australia. De hecho, la cantidad de medallas de oro ganada en Atenas por los atletas estadounidenses es la menor de los últimos 20 años (ver recuadro).
Aunque Estados Unidos mostró en Atenas puntos vulnerables, como el decepcionante desempeño de su equipo de básquetbol masculino, eliminado por la Argentina en la semifinal (en la historia olímpica, el equipo había ganado 109 partidos y perdido dos; en Atenas perdió tres partidos), o de sus boxeadores, mantuvo su hegemonía en los deportes clave, como atletismo y natación.
En el atletismo presentaron con éxito a su generación de relevo. Lauryn Williams, Allyson Felix, Justin Gatlin, Jeremy Wariner, entre otros, no pasan de los 21 años y son las promesas de Pekín 2008. Aunque Marion Jones decepcionó: cinco medallas en Sydney, ninguna en Atenas.
El nadador Michael Phelps, de 19 años, ingresó por derecho propio entre las leyendas de los Juegos, con sus ocho medallas, seis de ellas doradas, y su record mundial en los 400m cuatro estilos. Pero Phelps ganó el 15 por ciento de las medallas doradas de su país.
El USOC se había planteado superar la barrera de las 100 medallas y lo consiguió en una muestra de que la maquinaria olímpica estadounidense, con un presupuesto de más de 100 millones de dólares, estuvo por encima de amargas luchas intestinas. El deporte estadounidense se vio afectado en los últimos cuatro años por escándalos de corrupción, destituciones en su cúpula dirigencial, investigaciones por parte del Congreso, atletas bajo la sospecha del doping y juicios por el uso de drogas prohibidas. Pero los fracasos han encendido la luz roja entre los dirigentes olímpicos estadounidenses.




CHINA
Esperan achicar la brecha

Después del magnífico desempeño de los deportistas chinos en Atenas, Pekín espera ansioso que llegue 2008, dispuesto a discutir en casa la hegemonía deportiva de los Estados Unidos. “El momento de Pekín empieza ahora”, aseguró el lunes el Beijing News. “¿Podremos ganar más medallas en casa?”, se preguntaba el diario después de que China terminara los Juegos segunda en el medallero, con 32 oros, 17 platas y 14 bronces, la mejor posición y la mayor cantidad de su historia.
Los primeros medallistas de oro chinos en atletismo, Liu Xiang (110 metros vallas) y Xing Huina (10.000 metros), son los que obtuvieron mayor atención por parte de los medios y parecen destinados a ser las puntas de lanza del gigante asiático durante los próximos cuatro años, con los jugosos contratos publicitarios que eso puede reportarles.
Una compañía estatal de Pekín ya ofreció a Liu y Xing un millón de yuan (unos 120.000 dólares) a cada uno, pero se espera que todos los medallistas de oro se embolsen al menos dos millones en sponsors.
Al igual que los preparativos de los Juegos de 2008, que van incluso adelantados con el programa previsto, el potencial deportivo chino se mostró con demasiada antelación en Atenas. Muchos de los mejores atletas del equipo tenían como principal objetivo Pekín, donde Liu, que tiene ahora 21 años, y Xing, de 20, deberían estar todavía en mejor forma que en estos Juegos.
Los responsables del deporte chino aseguraron antes de Atenas que el equipo había sido seleccionado con un ojo puesto en Pekín 2008, por lo que se había elegido a jóvenes deportistas con capacidad para mejorar durante los próximos cuatro años. “Todavía hay una brecha considerable” entre China y sus principales rivales, Estados Unidos y Rusia, advirtió pese a la euforia el presidente del Comité Olímpico Chino, Yuan Weimin. “Aunque China está en el segundo puesto del medallero, no somos aún una superpotencia deportiva.”
Las medallas de Liu y Xing, así como el oro de la nadadora Luo Xeujuan en los 100 metros, fueron de una “trascendencia histórica”, aseguró sin embargo Yuan. “Han probado que los asiáticos pueden también brillar en la pista y en la piscina”, añadió. “Ahora esperamos poder achicar la brecha en 2008.”
El país entero está comprometido con la organización del acontecimiento y sus nombres más internacionales son los que se asocian a la candidatura. “Sin temer a sus oponentes y compitiendo con toda su capacidad, los atletas chinos lograron resultados excelentes y sin precedentes, hicieron historia en Atenas y honraron a su patria y a su pueblo”, señaló en su editorial el Diario del pueblo, el órgano de prensa del Partido Comunista chino. “Cuando el país es próspero, los deportes florecen. Los buenos resultados alcanzados de manera continua por atletas calificados en los Juegos Olímpicos son un reflejo de los grandes logros en la reforma, apertura y modernización del socialismo en China”, aseguró el periódico.