EL PAíS › LA CORTE NO SE REUNIO PARA EVITAR EL CRUCE PETRACCHI-VAZQUEZ
Jugando a la mancha venenosa
Ante la tensión que corta el clima en la Corte por las acusaciones del cuestionado Adolfo Vázquez, el titular del tribunal evitó el plenario.
Por Irina Hauser
“Acá hay demasiada tensión para hacer un plenario como si no pasara nada.” Con ese planteo, el presidente de la Corte Suprema, Enrique Petracchi, les pidió apoyo a sus compañeros para suspender la reunión habitual de los martes. Prefería evitar encontrarse cara a cara con Adolfo Vázquez, con quien está enfrentado desde la semana pasada. Así fue: el encuentro no se hizo pero los jueces firmaron fallos igual, cada uno desde su trinchera. En una jornada peculiar, los expedientes pasearon de un despacho a otro durante horas. Hoy tres diputados de la Comisión de Juicio Político harán la acusación contra el supremo menemista ante el Senado.
La pelea entre los magistrados alteró los ánimos y la rutina en la Corte. Allí reina el malestar desde que, el martes pasado, Vázquez convocó a una conferencia de prensa en la que acusó a Petracchi de haber armado el juicio político en su contra y de responder a pedidos del Gobierno, sobre todo en las causas sobre el corralito y la pesificación. Como el supremo menemista extendió los cuestionamientos a buena parte del tribunal, el enojo es compartido y creció cuando se supo que había ido a Uruguay a pedir asilo político denunciando un atentado a balazos y que se siente perseguido. En este contexto, al titular del cuerpo no le costó mucho conseguir adhesiones para suprimir el plenario, una decisión que estaba prácticamente tomada el lunes a la noche.
Carlos Fayt se autopostuló a las ocho de la mañana para oficiar de mediador y hablar con Vázquez. Lo convocó poco después a su despacho y le explicó que había una iniciativa generalizada para que los jueces firmaran las sentencias desde sus respectivas vocalías. “Si eso quiere la mayoría, está bien”, aceptó el ex automático. Fayt, que siempre cuestionó las medidas económicas posdevaluación y hace su propio juego en el tribunal, no se sintió afectado por las acusaciones de Vázquez. Otros jueces mantuvieron pequeñas reuniones informales.
Los grandes desconcertados del día fueron los secretarios de la Corte, que tenían preparado el papelerío para llevar a la sala de reuniones como siempre y, de pronto, recibieron la instrucción de ir despacho por despacho con cientos de causas para que cada uno de los ocho ministros pusiera su voto y su firma. En medio del caos, Antonio Boggiano decidió mudarse al llamado “salón de té” de la Corte para terminar de rubricar los fallos. Vázquez supo dónde estaba y, ansioso porque pasaban las horas y no recibía los expedientes, corrió a sentarse a su lado para que le fuera pasando las carpetas. Boggiano lo recibió risueño, pero casi no hablaron.
El resto trataba de eludir a Vázquez por los pasillos.
En lo que resultó un acuerdo virtual, Sus Señorías resolvieron unos cuantos casos pero quedaron pendientes dos cuestiones importantes que figuraban en la agenda. Pese a que quedó a la firma el rechazo de la demanda de un ahorrista que compró un inmueble con un depósito pesificado y luego reclamó la diferencia hasta cubrir sus dólares originales, al final del día no había fallo porque faltaba el voto de Raúl Zaffaroni para lograr mayoría. También quedó postergada una resolución que declararía inconstitucional un artículo de la ley de solidaridad previsional que permite que todos los recursos ordinarios de la Anses y de los jubilados lleguen a la Corte. Con esa herramienta el organismo previsional dilata el pago de reajustes jubilatorios. Lo que busca el tribunal es desprenderse de miles de expedientes y aliviar su trabajo. Todavía falta una firma.
Tal vez haya ministros que intenten evitar reuniones plenarias hasta que Vázquez sea suspendido por el Senado, algo que ocurriría el 21 de septiembre, después de que haga su descargo. Petracchi, en una carta pública, le contestó la semana pasada. Sostuvo que sus acusaciones eran “falsas”, propias de un hombre desesperado, y que “deshonró” a la Corte.
La irritación continúa para algunos, otros preferirían empezar a bajar los decibeles y retomar la rutina cuanto antes. Mientras tanto, hoy comenzará el juicio político propiamente dicho a Vázquez, cuando los diputados Ricardo Falú (PJ), Hernán Damiani (UCR) y Nilda Garré (Frepaso) hagan su alegato acusatorio ante el Senado.