EL PAíS › EL EX COMISARIO RIBELLI SEGUIRIA PRESO POR OTRAS CAUSAS
Otra temporada en las sombras
Por Raúl Kollmann
Aunque mañana el Tribunal Oral Nº 3 disponga en su fallo sobre el caso AMIA que no hay pruebas suficientes para condenar a los policías bonaerenses sentados en el banquillo de los acusados, el ex comisario Juan José Ribelli no se irá a su casa. Seguirá preso, al menos por un tiempo más. Es que el otrora poderoso Juancito tiene decretada la prisión preventiva en otras tres causas.
En Lomas de Zamora, a raíz de 21 días de escuchas telefónicas se le descubrieron 94 delitos, de los cuales la jueza Silvia González probó 11, entre ellos extorsión, fraude, falsedad ideológica y supresión de instrumento público. En otras palabras, Ribelli apretaba, arreglaba con delincuentes y recaudaba miles de pesos por semana. La segunda causa en la que se le decretó la prisión preventiva es porque en las escuchas lo descubrieron dictándole una pericia balística a un perito para salvar a tres de sus hombres de la imputación por un doble homicidio en Monte Chingolo. Por último, también tiene prisión preventiva por enriquecimiento ilícito en una causa que investiga la jueza Isabel Martiarena.
La fortuna del ex comisario es incalculable: basta decir que declaró en la AFIP tener 800 mil dólares en efectivo y, además, su padre ferroviario le dejó a él y a sus hermanos dos millones y medio de dólares, sin que haya podido probar de dónde salió el dinero. Por estas causas, Ribelli se irá mañana con las esposas puestas, pero tal vez por poco tiempo, ya que existe una serie de insólitas prescripciones y declaraciones de incompetencia en el juzgamiento de los delitos que efectivamente cometió.
La mayoría de los protagonistas del juicio oral supone que Ribelli y el resto de los policías bonaerenses no serán condenados mañana como cómplices del atentado. Es probable, en cambio, que el ex comisario y algunos de los policías reciban condena por haber extorsionado a Carlos Telleldín y a otros delincuentes relacionados con la camioneta que explotó frente a la AMIA. El delito de extorsión quedó más que probado en el juicio oral, por lo que el tribunal podría darle penas de 15 años o más. Aunque habrá que ver si ello sucede porque hay varios planteos de nulidad presentados, entre otros, por el abogado de Ribelli, José Manuel Ubeira.
Si el ex comisario no es condenado por el atentado, habrá estado ocho años preso de manera injusta. Como está beneficiado por la ley del dos por uno, se le computarán cumplidos 15 años de prisión. Es posible que si resulta condenado mañana por las extorsiones a Telleldín y compañía, con el tiempo que lleva en la cárcel la pena esté cumplida. Quedarían las otras causas.
- En una de las causas de Lomas de Zamora, por ejemplo, se comprobó que los policías encontraron en un depósito cables de cobre supuestamente robados. Se arregla el asunto con 20 mil dólares, pagados en dos cuotas. En total, en los once delitos relevados por la jueza González, Ribelli obtuvo un beneficio para él de unos 30 mil dólares, pero hubo otros 18 hechos de los que no se pudieron juntar pruebas, de manera que el cálculo es que se llevaba al bolsillo cerca de 100 mil dólares cada tres semanas.
- En la segunda causa de Lomas de Zamora la jueza Mónica Carranza le imputa a Ribelli haberle dictado a un perito de apellido Torres todo lo que debía poner en una pericia balística. Es que tres subordinados de Ribelli –Daniel Paz, Raúl “El Pollito” Ahumada y un tercer oficial de apellido Aguilera– protagonizaron un doble asesinato, fusilando a dos chicos en Monte Chingolo. Intentaron simular que fue un enfrentamiento y para ello se necesitaba adulterar la pericia.
- La tercera causa es la de enriquecimiento ilícito. Se estimaban los bienes de Ribelli en unos 15 millones de dólares.
Cuando mañana se dicte la sentencia, en cualquier caso Ribelli seguirá preso porque tiene dictada la prisión preventiva en estas tres causas. Lo que sucede es que hubo jueces que se declararon incompetentes, expedientes que están en la Corte, Galeano tardó años en enviar los elementosacusatorios y varios delitos terminaron prescriptos. En ese marco tal vez se dé que haya estado preso por un delito que no se le pudo comprobar –el del atentado– y termine libre por gravísimos delitos –extorsiones, fraudes, complicidad con asesinos que estaban a sus órdenes– que cometió.