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Guillermo Cañas, suspendido por dos años por un doping positivo en el pasado torneo de Acapulco, en México, volvió ayer a insistir con su inocencia y denunció discriminación por parte de Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en el momento de la sanción. “Yo soy totalmente inocente, no tengo nada que tapar como ellos suponen, porque no tomé nada para sacar ventajas deportivas”, señaló Cañas, que acusó: “El médico está mintiendo”. El jugador de Tapiales también comparó su sanción, a la que calificó como “drástica”, con la del doblista estadounidense Graydon Olivier: “A mí me están dando la pena máxima, pero a Olivier, un americano, que tenía lo mismo que yo (diurético hidroclorotiacida, en febrero de 2004), le dieron sólo tres meses”, aunque, en realidad, fueron solamente dos.
El jugador remarcó: “Hace diez años que soy jugador profesional y tuve más de 80 controles, cinco de ellos en mi casa, por sorpresa, y nunca nada. Soy un jugador limpio”. El argumento de la defensa de Cañas pasa por el médico mexicano Salvador Chinchilla, quien, según el jugador sancionado, no lo anotó cuando fue a verlo. “Este doctor atendió a más de 30 jugadores por día, entre damas y varones, y puede ser que se haya olvidado de anotarme, ya que el doctor Mario Mercader, que es el médico titular del torneo, ese día ofició de fisioterapeuta con los jugadores que lo requerían en la cancha”, contó Cañas en diálogo con el periodista Gonzalo Bonadeo en la FM 95.1. Chinchilla aseguró no haber atendido al argentino.
Sobre su situación actual, Cañas explicó que está “llevándola de la mejor manera que puedo. La verdad es que yo tuve un caso de doping, y me entero tres meses después, pensaba que era imposible”. Y agregó: “Creí que eran las vitaminas, las mandamos a analizar, pero nos dieron negativo. Lo único raro es que yo había tomado un producto que me dio el médico de Acapulco. El torneo me compró las pastillas, lo empiezo a tomar. Y ahora los médicos dicen que no me habían atendido”.
En ese sentido, aclaró: “Nosotros por suerte encontramos otro jugador que tenía el mismo cuadro que yo, le hicieron el mismo procedimiento, él no tuvo control y pasó de alto. Este jugador tampoco estaba en los registros médicos, el jugador ya atestiguó. La negligencia de mi parte fue no controlar los medicamentos, pero ellos tienen negligencia en su sistema. El diurético queda en la orina, ahí pueden saberlo, además no me encuentran rastros de ninguna sustancia prohibida”.
En relación con la suspensión, Cañas indicó: “Me están dando una sanción máxima y no encuentran nada en mí. Yo no soy reincidente. El médico está mintiendo mucho, y para el organismo que rige el tenis sancionar a un top-ten es ejemplificador”.
A partir de que el mes próximo el equipo argentino de Copa Davis visitará Eslovaquia por las semifinales, Cañas podría acompañar al plantel para hacer de sparring.