Para ver los partidos del Mundial en la cancha, los hinchas argentinos no tuvieron demasiadas opciones. Debieron adquirir, junto con la entrada, un paquete turístico que, en el mejor de los casos, les resultó aproximadamente un 60 por ciento más caro que si hubieran tenido la posibilidad de realizar la operación en forma individual. Mediante un contrato suscripto con la AFA, la agencia Rotamund maneja desde el año 1966 el monopolio de la comercialización de entradas y abonos de todos los torneos que la Selección Argentina disputó desde entonces.

En la última oferta que realizó en el mercado, quince días antes del comienzo del Mundial, Rotamund ofreció dos paquetes para quienes quisieran presenciar los encuentros que la Argentina jugará en la primera ronda de la Copa del Mundo. Uno era para cuatro personas y tenía un costo individual de 4773 euros; otro se denominaba single, y su valor ascendía a los 6981 euros. Desde principios de año, o incluso antes, la empresa vendió paquetes por valores que oscilaron entre los 5 mil y los 10 mil euros.

Los paquetes ofrecidos en los últimos días incluyen, además de una entrada cuyo valor oscila entre los 50 euros, un pasaje de avión hasta Alemania, estadía del 8 al 22 de junio en un hotel de Francfort (sin desayuno), traslados a las ciudades de Hamburgo y Gelsenkirchen, donde Argentina jugará mañana frente a Costa de Marfil, y el viernes 16 ante Serbia y Montenegro (con Holanda se jugará en Francfort), más algunos city-tours.

¿Pero cuáles serían los costos si los argentinos tuvieran la posibilidad de prescindir de los servicios de la agencia oficial de la AFA? Según agentes turísticos y empresas aéreas consultados, a principios de año se podrían haber reservado pasajes con destino a Alemania por 800 euros, un valor que actualmente resulta más oneroso y que supera los 900. La entrada más barata se vende a 35 euros, según la página web de la FIFA, y en materia de alojamiento, existen hospedajes y hoteles que cobran entre 50 y 80 euros la noche. En cuanto al traslado, un auto puede alquilarse por 50 euros por día, sin derecho a seguro. En definitiva, si se tienen en cuenta otros gastos como la comida y el combustible, un hincha argentino gastaría aproximadamente 3 mil euros contra los 4773 de la oferta más barata de la empresa de turismo que trabaja con la AFA.

¿Era posible adquirir una entrada de forma individual? Sí. Pero el trámite era un tanto trabajoso y suponía algunas complicaciones. Para solicitar una entrada había que comunicarse con el centro de distribución de la Copa del Mundo por correo electrónico, simple, o bien por fax. Debía pagarse con una sola tarjeta de crédito, Mastercard, patrocinador oficial del torneo. Si no se contaba con dicha tarjeta, se podía adquirir la entrada depositando su valor (que en la primera fase variaban entre los 35 euros y los 120 euros) en un banco alemán, o bien haciendo una transferencia desde un banco de otra nacionalidad a institución germana.

La adquisición individual de estos tickets, que eran personalizados e intransferibles, ya no puede llevarse a cabo. El período de entrega oscilaba entre las seis y las ocho semanas luego de haberse efectuado. Por lo que desde hace por lo menos un mes y medio, esta opción quedó clausurada.

La FIFA les entregó a las respectivas asociaciones clasificadas al Mundial dos tipos de entradas: fijas y condicionales. Las primeras son aquellas que corresponden con los partidos de la primera fase de la competencia. Y las otras son las condicionales, que corresponden a los encuentros que las selecciones jueguen en caso de superar la primera ronda. Si el equipo es eliminado, los compradores tiene el derecho de solicitar que se les reembolse el dinero. Cada asociación tiene derecho a un ocho por ciento de las entradas de los partidos que disputen sus representativos. Según la FIFA, cada asociación tiene la potestad de fijar la forma de pago y el método de venta de los boletos mundialistas.