Como en el último Mundial, Inglaterra y Suecia se fueron de la mano a la segunda ronda; como en el 2002, habían igualado el partido que jugaron entre ellos y, también, como en el 2002 dejaron en el tercer lugar a un sudamericano, con la diferencia de que en este caso fue Paraguay y en aquella ocasión, Argentina. El empate en el partido de ayer era a priori un buen resultado para ambos: Inglaterra terminaba primera y evitaba a Alemania en octavos, y Suecia se clasificaba por su cuenta, a riesgo de sorpresas por lo que pudiera hacer Trinidad y Tobago ganando por una buena diferencia de goles. Pero no pasó nada de eso y con la victoria de Paraguay, igual Suecia estaba adentro así perdiera 5-0.

Lo curioso es que eso del 5-0 bien pudo haber ocurrido si los ingleses hubieran ratificado en el arco la superioridad que ejercieron en el juego durante toda la primera etapa. Con Joe Cole, el volante por la izquierda, profundo en sus desplazamientos; con Rooney y algo de todo lo que tiene; y con Lampard probando de media distancia, los ingleses completaron un gran primer tiempo, dominando en todos los lugares de la cancha. Suecia la pasaba mal y lo mejor que hizo en ese primer tiempo fue festejar el gol en contra del triniteño Sancho en el otro partido, que le garantizaba el pasaje.

Si bien dominaba y llegaba, Inglaterra recién pudo cristalizar la diferencia con un golazo de Cole, que otra vez dejó en claro el poderío con que cuenta el equipo de Eriksson desde larga distancia. El volante de Chelsea acomodó la pelota con el pecho y sacó un derechazo bombeado que se clavó en el ángulo, pese al manotazo de Isaksson. Como Rooney no pudo concretar lo que hubiese sido un golazo tras tirar un sombrero en el área y Lampard no tuvo precisión en sus remates, los ingleses se fueron al descanso con una diferencia muy exigua, que dejaba abierto el partido.

Claro que el juego se abrió porque los suecos cambiaron la actitud y empezaron a jugar. Un corner de Linderoth encontró en el primer palo a Allback, que le ganó en el salto a Beckham y metió un cabezazo de anticipo para igualar el juego. “Ya está, arreglaron el 1-1”, supuso algún mal pensado. Pero, o lo disimularon mucho mejor que River y Argentinos, o los suecos realmente querían ganar el partido. Arrinconaron a Inglaterra y en base a centros la metieron contra su arco. A esa altura, Eriksson y sus muchachos ya preguntaban por los horarios de los vuelos a Munich para cruzarse tempranito con los alemanes. Dos rebotes en el travesaño del arquero Robinson y una pelota que salvó Gerrard sobre la línea pudieron convertirse en el gol que modificaba todo el panorama.

Sin embargo, en el momento de mayor presión sueca, Inglaterra encontró aire con sus dos mejores valores. Cole recogió un rechazo corto y mandó un centro perfecto para el ingreso por el segundo palo de Gerrard, quien anotó con un cabezazo medido. Faltaba poco, por lo que Inglaterra festejó el 2-1 sabiendo que evitaba a Alemania en octavos. No importó la distracción sobre el final, que motivó que Larsson lograra la igualdad tras un lateral llovido. Fue el premio para un equipo que levantó en el segundo tiempo y les dio un buen susto a los ingleses.

2-SUECIA

Isaksson; Alexandersson, Mellberg, Lucic, Edman; Linderoth; Jonsson, Kallstrom, Ljungberg; Allback, Henrik Larsson.

DT: Lars Lagerback.

2-INGLATERRA

Robinson; Carragher, Ferdinand, Terry, A. Cole; Beckham, Lampard, Hargreaves, J. Cole; Owen, Rooney.

DT: Sven-Goran Eriksson.

Estadio: RheinEnergie (Colonia).

Arbitro: Massimo Busacca (Suiza).

Goles: 34m J. Cole (I); 51m Allback (S); 85m Gerrard (I); 90m Larsson (S).

Cambios: 4m Crouch por Owen (I); 54m Wilhelmsson por Jonsson (S); 56m Campbell por Ferdinand (I); 69m Gerrard por Rooney (I); 75m Elmander por Allback (S); 90m Andersson por Linderoth (S).