El ministro del Interior, Aníbal Fernández, decidió suspender por cinco fechas el estadio de River, por la pelea del domingo pasado entre dos grupos de la barra brava del club, y pidió al titular de la AFA, Julio Grondona, “que no le tiemble el pulso” y sancione con la quita de puntos a los equipos cuyos hinchas provoquen episodios de violencia. “La AFA no es una entelequia, es un conjunto de instituciones que la componen. Así como a nosotros no nos tiembla el pulso para tomar decisiones, a la AFA no debería temblarle el pulso para decidir la quita de puntos”, indicó el titular de la cartera política.

En ese sentido, Fernández recordó que “uno nunca carga contra los dirigentes de los clubes, porque sé las limitaciones que tienen. También la AFA tiene limitaciones”, pero le reclamó mayor decisión ante este tipo de hechos. Fernández también se refirió a los sucesos de violencia del jueves pasado, en Gerli, antes del partido de la B Metropolitana entre Talleres de Remedios de Escalada y Los Andes, y al respecto prometió adoptar “acciones” junto con la provincia. “La decisión es sacar de la cancha a los violentos”, señaló. Y explicó: “Nosotros venimos de una situación muy particular, que se agravó en los últimos tiempos, entonces hay que poner a todos en su justo lugar”.

En cuanto a la sanción a River, Fernández informó que “el jueves quedó confirmada la resolución, suspendiendo por cinco fechas para jugar de local”. Fernández dijo no saber si hay “connivencia” de la dirigencia del club hacia los barra bravas, y resaltó que su investigación “son los hechos sucedidos en el encuentro deportivo, que demuestran que se pone en riesgo al resto de la gente”. No obstante, atacó a los abogados del club de Núñez, que “parecieran defender el estatuto y, dentro de eso, pareciera que defienden a los propios barrabravas”.

Según dijo, “por los elementos encontrados, analizados, más que contundentes, hay evidencia de que los barrabravas son empleados y hombres del club que, poniendo en riesgo a muchísima gente, llevaban adelante toda una actitud con armas blancas y armas de fuego que seguramente tendrá consecuencia en la Justicia”. Y agregó: “Pero nosotros no podemos esperar, tenemos que tomar decisiones sin ningún tipo de reparo, y ahora estamos haciéndolo”.

Fernández negó que la recusación a Javier Castrilli de parte de la dirigencia de River lo haya molestado, porque él mismo le iba a pedir que se excusara. “Me había ganado de mano, y ya se había exceptuado. Automáticamente presentó la excusación y la acepté”, explicó. Por otra parte, aclaró que la futura localía de River mientras dure la sanción “no es un tema que nos compete sino a la directiva del club”.