La concentración bancaria sigue vigente. Entre diez bancos se reparten 7 de cada 10 pesos de los depósitos del sector privado. Si el ranking se extiende a los primeros 20 puestos, la concentración se profundiza a 9 de cada 10 pesos. Es un nivel importante si se toma en cuenta que en el sistema conviven 90 entidades financieras. En el Top Ten hay tres bancos públicos: el Nación, el más grande del sistema, el Provincia de Buenos Aires y el Ciudad de Buenos Aires.

Entre esas tres entidades retienen casi 3 de cada 10 pesos de los depósitos totales que concretaron las empresas y los particulares. Exactamente el 27,4 por ciento (33.441,5 millones de pesos). Son datos a noviembre último y no toman en cuenta las colocaciones hechas por el Estado. El informe fue preparado por ABA, la Asociación de Bancos que agrupa a las entidades extranjeras. Y ratifica que, después de la crisis, los bancos públicos siguen siendo los que más confianza generan entre los ahorristas.

En este contexto, las entidades estatales ofrecen tasas de interés más bajas por los depósitos. De acuerdo con el último relevamiento del Banco Central, un plazo fijo a 30 días inferior a 100 mil pesos rinde 5,5 por ciento en promedio en un banco público, y un 7,5 por ciento en uno privado. Esta diferencia a favor de los privados se compensa cuando una persona quiere sacar un crédito: los bancos públicos están ofreciendo costos más bajos que sus colegas del sector privado.

A pesar de esta realidad, en relación con los préstamos al sector privado, los bancos estatales más grandes (Nación, Provincia y Ciudad) están perdiendo posiciones respecto de los privados. El Nación, que un año atrás tenía la pole position, ahora quedó segundo y el Río-Santander escaló a la primera posición. Mientras que el Bapro, que se encontraba segundo, cayó al cuatro puesto, relegado por los españoles Río-Santander y el BBVA Francés. Especialistas consultados por Página/12 aceptaron que los bancos privados están siendo muy agresivos en la colocación de créditos, en especial destinados al consumo. Hay una gran competencia en ese rubro ya que éste es el segmento más rentable: esas líneas tienen una tasa promedio del 52 por ciento anual, de acuerdo con los datos oficiales del Central. Gracias a la explosión de los préstamos para el consumo y al aumento de los costos de los productos que ofrecen, los bancos obtuvieron ganancias record el año pasado, en torno de los 4000 millones de pesos.

Del total de préstamos a empresas e individuos, los diez primeros del ranking concentran el 62,7 por ciento del total, por un total de 48.191,2 millones de pesos. Una de las particularidades es que entre el Nación y el Río se reparten el 20,6 por ciento del total de créditos. El Río-Santander y el Credicoop fueron los que más se expandieron: un 71,6 y 68,2 por ciento, respectivamente.

También se nota una fuerte pelea por captar depósitos. Los cuatro bancos integrantes del Top Ten que escalaron posiciones registraron una expansión superior al 30 por ciento anual. El Credicoop fue el que más creció, el 39,7 por ciento, y pasó del décimo al noveno puesto. Le siguió el Galicia (+ 32,9 por ciento, del quinto al cuarto lugar); Río-Santander (+ 32,5 por ciento, del tercero al segundo); y el Citibank (+ 31,6 por ciento, del octavo al séptimo). Al tope del ranking continúa el Banco Nación, con un stock de depósitos del sector privado de 17.038,6 millones de pesos.

El informe de ABA también da cuenta de la mejora en las carteras de las entidades financieras. Superada la crisis, se nota una notable recuperación de la calidad crediticia. Entre los primeros diez del ranking, la cartera irregular va del 0,6 por ciento del Banco Río-Santander al 4,0 por ciento del Nación. Estos datos demuestran que, en general, los deudores están pagando al día.

Otro punto destacable refiere a que los bancos ya tienen 89.628 empleados. Son aproximadamente 10 mil más que los que tuvieron durante la crisis. Aunque todavía les quedaría emplear a otras 10 mil personas para igualar el nivel de fines de la década del ’90, cuando las entidades financieras daban trabajo a 100 mil personas. Los especialistas afirman que será difícil llegar a ese escalón. Si bien en la actualidad existe una cantidad similar de bancos que en aquel momento, las entidades requieren menos personal ya que cada vez hay más operaciones que se realizan por Internet y por cajeros electrónicos.