En medio de las plumas del Carnaval, los correntinos elegirán mañana a 39 constituyentes, que podrían habilitar la reelección de Arturo Colombi. La comparsa de candidatos incluye al propio gobernador –un radical K que se puso a la cabeza de la lista con su vice, el peronista Rubén Pruyas, en segundo lugar– y al cura párroco de Santa Lucía, José Luis Niella, impulsado por las organizaciones sociales kirchneristas, que se opone a la reelección y propone una reforma agraria. Se presentan otras seis listas, entre ellas la del Partido Nuevo, que respalda el inextinguible ex gobernador Raúl “Tato” Romero Feris. Las expectativas están centradas en una puja de dos sectores que se reivindican kirchneristas, mientras el presidente Néstor Kirchner mantiene silencio. El gobernador es el favorito en la contienda, a la que los aires que vienen de Misiones no parecen haber afectado.

El gobierno provincial confía en que el domingo le deparará un resultado favorable, tal como le augura una encuesta de OPSM de Enrique Zuleta Puceiro con una muestra de 600 encuestados. Según dos mediciones –hechas el 12 y el 14 de febrero–, Colombi le lleva 40 puntos de ventaja a Niella, con un 56,2 por ciento contra un 16,2 del Frente Social para la Victoria. El partido de Tato conserva, según esa encuesta, un módico 8,5 por ciento, mientras que Alternativa Republicana (una alianza entre Recrear y el precámbrico Partido Liberal) araña un 2,7 y los candidatos que viajaron a respaldar tanto Mauricio Macri como Juan Carlos Blumberg no logran ni siquiera eso.

Pese a la cercanía con Misiones y las obvias similitudes (un cura candidato y un gobernador que busca la reelección), abundan las diferencias en la elección de Corrientes. La reforma incluye una amalgama de puntos, entre los que se encuentran cambios en la Justicia y en los mecanismos de transparencia –Consejo de la Magistratura, Jury de Enjuiciamiento y Tribunal de Cuentas–, el fortalecimiento de las autonomías municipales, la incorporación de los recursos de amparo y de hábeas data y el polémico punto de la reelección. Como Colombi va por su primer mandato y las elecciones serán en 2009, la oposición tiene dificultades para instalar el debate con la misma polarización que en Misiones.

Los primos

En 2005, Arturo Colombi recibió la posta del anterior gobernador, su primo hermano Ricardo Colombi. Los primos comenzaron a distanciarse poco después, hasta llegar a un estado de virtual fractura con la convocatoria a reformar la Constitución. Tras los comicios –según estiman en el gobierno provincial– la habilitación a ser reelegido consolidará el poder frente a los dirigentes provinciales y los intendentes, que todavía responden a Ricardo (entre ellos, los de los principales distritos: Corrientes capital, Goya y Paso de los Libres). Ninguno de ellos se volcó activamente a sabotear la convocatoria, mantienen un tibio respaldo.

Arturo mantiene la alianza entre la UCR y el PJ, con la que comenzó a gobernar Ricardo en 2001. Se trata de una coalición que preexiste a la concertación plural del gobierno nacional, pero que se sumó al grupo de radicales K. Tras el distanciamiento con su primo, se recostó en los sectores del Partido Nuevo y del Partido Liberal, a los que enfrentó en 2005 como parte del “pasado”. Así es como logró aunar en su lista de convencionales a Carlos Rubin (que lo enfrentó en la última elección de la mano de Eduardo Duhalde), a la titular de la Legislatura, la liberal Josefina Meabe, y al dirigente nuevista Jorge Simonetti.

En el gobierno provincial confían en que tras la elección deberán ceder los sectores del radicalismo que todavía responden a Ricardo. “Se van a dar cuenta de que vamos a gobernar siete años más. Y nadie nos puede enfrentar por tanto tiempo”, razonaron cerca del gobernador.

¿Misión imposible?

“Antes de las elecciones de Misiones todos decían que ganaba Rovira. Aquí sucede prácticamente lo mismo: el domingo puede haber una sorpresa”, indicó Niella, poco antes de que comenzara la veda electoral y el sofocante calor de la tarde espantara a los transeúntes.

En Misiones, Piña logró reunir a la oposición en un solo frente, de izquierda a derecha. En Corrientes, en cambio, la oposición se presenta dispersa en siete alternativas, que incluyen a Izquierda Unida (que en esta provincia no se partió y que porta en su boleta la cara del Che), el Partido Nuevo, el Demócrata Cristiano y el Conservador Popular. Además, tiene a PRO en sus dos versiones: Alternativa Republicana, que une a los liberales con los seguidores de Ricardo López Murphy, y el Frente de Integración Nacional, que unió por primera vez a la tropa de Macri con la del gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch.

Niella, un cura tercermundista y ligado a las Ligas Agrarias de Corrientes, encabeza la alternativa con mayores chances, pero que sólo cuenta con el aval de los intendentes de dos distritos menores (Santo Tomé y Santa Rosa). El Frente Social para la Victoria reúne al Partido de la Victoria –que acompañó a Colombi en 2005 y luego se separó– y a las organizaciones sociales, como el Movimiento Libres del Sur, la CTA, el Movimiento Agrario Correntino y el Movimiento Evita, entre otros. Niella recibió esta semana el espaldarazo de Piña, quien confió que “va a salir todo bien, como en Misiones”. El pronóstico, por ahora, parece reservado.