Después de dos derrotas consecutivas, Independiente no pudo reencontrarse con el triunfo, y apenas se llevó un punto en su visita a Chicago. Los visitantes mostraron un juego muy deslucido, y siguen teniendo los mismos problemas que padecían con Jorge Burruchaga.

Los dos equipos comenzaron el encuentro con esquemas similares, debido a que ninguno contaba con un enlace clásico, y entonces el juego en el mediocampo era demasiado luchado. En medio de ese panorama, y con un terreno en mal estado, Chicago fue el que utilizó mejor esas condiciones, y comenzó a acercarse a Assmann con desbordes por los laterales, para luego finalizar la acción con envíos al área.

De esa manera, Zarif se anticipó a Escudero y probó con un tiro de derecha que se fue apenas alto. Luego, a los cinco minutos, Assmann reaccionó bien ante un cabezazo de Damonte. Independiente reaccionó con un tiro de Eluchans, pero Navarro Montoya no tuvo problemas para controlar la pelota. La defensa del conjunto de Avellaneda no daba garantías y Damonte aprovechó otra vez para llegar con un cabezazo. En este caso, la pelota dio en el travesaño y luego rebotó en el pie de Assmann. Enseguida, Higuaín remató desde lejos y la pelota se fue cerca del palo. Chicago recuperaba la pelota y atacaba con mucha velocidad, mientras los visitantes intentaban salir de ese asedio con acciones individuales.

Pero en la primera acción colectiva de Independiente, el equipo estuvo cerca de convertir con un remate de Montenegro y Navarro Montoya alcanzó a desviar la pelota con una mano. En el final de la primera parte, Chicago volvió a generar peligro con otro tiro de Higuaín.

En el segundo tiempo Navarro Montoya fue fundamental para que Chicago mantuviera el empate. El arquero apareció de manera brillante: primero ante Denis y luego ante Montenegro. El local sólo llegaba con jugadas aisladas. Precisamente, Trombetta casi convierte con un cabezazo. Y al final, Carranza no pudo ante Assmann. No había manera.