Empezó volcado sobre la izquierda, pero se movió con idéntica soltura por todo el frente de ataque. Encara, se la juega, la pisa si cuadra, toca si es necesario y patea al arco. Su actuación de ayer obliga al técnico a tenerlo como primera alternativa de cambio en el próximo partido.

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Tiene unas ganas tremendas y lo demuestra con un despliegue extraordinario que a veces lo lleva a “comerse el loco”, pero siempre genera intranquilidad en los defensores rivales. Un par de rechazos a cualquier parte de los laterales holandeses ante su sola presencia indica hasta qué punto es respetado por quienes lo tienen que marcar.

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“Me sentí bien en la cancha. Sólo faltó el gol. Argentina hizo todo bien, pero a diferencia del otro día contra Serbia, hoy no pudimos concretar. Ellos estaban abiertos en defensa, aunque no lo pudimos aprovechar.”

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“El partido fue complicado. Con Román (Riquelme) y Leo (Messi) no tenemos mucho fútbol juntos y eso se notó. Tuvimos enfrente un equipo muy difícil. Así y todo, es muy bueno haber finalizado primeros en un grupo tan complicado.”

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Metió un buen tiro cruzado en el primer tiempo que pudo ser gol. Sacó otro remate violentísimo en el segundo que hizo lucir al arquero holandés y casi abrocha el 1-0 en la última jugada del partido, cuando aguantó muy bien a los defensores en una pelota llovida y sacudió un remate de media vuelta que Van der Sar ni vio. Fue, con todo eso, el delantero más peligroso de la cancha.