Domingo, 17 de agosto de 2008 | Hoy
ECONOMíA › EL GOBIERNO PODRIA ANUNCIAR EL REEMPLAZO DE LAS AUTORIDADES DEL INSTITUTO ESTA SEMANA
Sin una ruptura abierta con la etapa que encarnó Guillermo Moreno, sino con correcciones graduales asumidas por un nuevo equipo técnico, el Ejecutivo buscará descomprimir la crisis del Indec. También se anunciarían medidas para combatir la inflación.
Por David Cufré y
Daniel Miguez
“Están volviendo los muertos vivos”, dijo con preocupación ante este diario uno de los economistas del Gobierno. Su diagnóstico, compartido por más de un ministro –Sergio Ma-ssa y Florencio Randazzo, para empezar– es que todo el terreno que está cediendo el Ejecutivo por el desmanejo del Indec, como causa central, lo gana la derecha. La reaparición de José Alfredo Martínez de Hoz, sentado a la misma mesa con los hermanos Alemann, Luciano Miguens y Carlos Pedro Blaquier fue una buena muestra para el economista de ese estado de situación.
Los ministros de la dictadura estuvieron muy orondos el miércoles en la celebración de los 100 años del Grupo Ledesma. El agasajo tuvo lugar en el Hotel Alvear, con la presencia de las autoridades del Jockey Club y las figuras más reconocidas del empresariado: de la Sociedad Rural, la industria, el comercio y los servicios. Allí se destacó el “coraje” con el que “luchó la gente del campo”. Fue una reunión que pareció atrasar tres décadas, pero a la vez muy actual, como reflejo del deterioro político del Gobierno. Para ayudar a revertir ese proceso y por razones económicas, la Presidenta avanzará con cambios en el Indec, que varios en la Casa Rosada y aledaños estiman que podrían anunciarse esta semana. De-sembarcaría un equipo técnico, en reemplazo de la titular del organismo, Ana María Edwin, y las personas que ubicó Guillermo Moreno en el Instituto.
Cristina Fernández y Néstor Kirchner seguían ayer en El Calafate. La expectativa creciente es que a su regreso surjan novedades, aunque un alto funcionario recordó ante Páginai12 que los K le dan mucha importancia a manejarse con agenda propia y no con la que imponen los medios. Ese funcionario también advirtió que Julio De Vido sigue estando poco convencido de “aflojar” con el Indec. Hoy es absoluta minoría dentro del elenco gobernante. Allegados a Ma-ssa aseguraron que el jefe de Gabinete tuvo desde el día que aceptó el cargo un guiño de la Presidenta de que vendría una nueva etapa para el organismo de estadísticas. También mencionaron que el intendente de Tigre pidió licencia y subió al barco del gobierno nacional para crecer en su carrera política y no para “quemarse”.
De Vido, entre otros pingüinos, sigue advirtiendo del costo que tendría para el Estado mostrar números más altos de inflación, por la deuda ajustada por el índice de precios. “Va a haber cambios, pero serán graduales”, afirmó un encumbrado funcionario a Páginai12. Esa sería la salida de consenso dentro del Ejecutivo. No habrá una ruptura abierta con el proceso que encarnó Moreno desde enero de 2007, sino una corrección lenta y sin mayores estridencias, dando tiempo a la vez a que madure una estrategia más enfática de control de la inflación, que podría incluir el anuncio de otras medidas económicas, básicamente de fomento a la producción y de regulación de sectores y formadores de precios. La impronta seguirá siendo la de lograr el mayor crecimiento posible, con un tipo de cambio competitivo y con recuperación de la masa salarial, pero mostrando que la cuestión de la inflación está en la agenda oficial y que se la combate.
En la semana, Massa sondeó a economistas para ofrecerles la dirección del Indec. La búsqueda está centrada en profesionales de perfil técnico, que no necesiten mostrar un quiebre tan marcado con la gestión Edwin. “En la nueva etapa no puede haber un reconocimiento de que se hacían cosas arbitrarias. Para una primera figura eso sería más difícil”, explicó una fuente oficial. Redrado habría ofrecido a alguno de los economistas de su equipo para asumir en el Indec, aunque otras fuentes señalaron que fue Massa quien le pidió al presidente del Banco Central que le cediera a alguno de sus colaboradores.
En el Ministerio de Economía, en el Banco Central y en el Banco Nación también sostienen que la crisis del Indec no da para más. Mencionan un deterioro en las expectativas económicas a partir del daño en la credibilidad no sólo de las estadísticas públicas sino, por sobre todas las cosas, de la palabra oficial. Que las vapuleadas calificadoras de riesgo Standard & Poor’s y Moody’s tengan todavía espacio para que alguien les preste atención cuando le bajan la nota a la deuda argentina es otra foto del agujero que se abrió en el piso del Gobierno. En Economía repasaron los errores de esas agencias durante la convertibilidad, al punto de seguir avalando ese sistema después de tres años de recesión y ya cerca del estallido, y su más reciente aprobación de las hipotecas subprime que hundieron a Estados Unidos en la crisis financiera más grave en décadas.
“Hay una movida muy fuerte para instalar que la economía está en crisis y que la inflación se desborda. Esas ideas sólo consiguen penetrar porque la gente no le cree nada al Indec: ni las cifras de inflación ni las del crecimiento económico ni las de la pobreza y la indigencia”, evaluaron en el Central. “Cualquier consultora dice que la inflación es del 30 por ciento y es creíble, por más inconsistente que sea su medición”, agregaron. Esta semana se conocieron más balances de empresas que cotizan en la Bolsa de Comercio. 23 de las 24 compañías líderes que integran el panel MerVal obtuvieron ganancias en el segundo trimestre, en pleno lockout agrario. En 19 casos, las utilidades superaron a las de igual período del año pasado, en porcentajes que hasta llegaron a cuadruplicar los resultados de 2007. Sin embargo, se lamentan en Economía, diarios, radios y canales de televisión hablaron más del riesgo país que de esas constataciones del buen momento que pese a todo atraviesa la mayoría de las empresas.
“Casi todos los sectores industriales están con muy buen nivel de actividad. La rentabilidad para algunos ya no es tan alta, pero la situación no tiene nada que ver con esa imagen de que nos acercamos al colapso, con riesgos de default”, insistieron en Economía. Eso no implica que el consumo y el nivel de actividad no hayan sentido los efectos del largo conflicto rural, y que los números ya no sean tan relucientes como eran hasta marzo. Pero el desprestigio del Indec, insistió un funcionario de Hacienda, irradia hacia la imagen de la economía en su conjunto. Pero también advirtió que industriales y empresarios resaltan los problemas para anticiparse a una más que probable segunda ronda de negociaciones salariales antes de fin de año y para reclamar medidas en su favor.
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