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Este invierno no será como cualquier otro. El turismo es una de las actividades económicas que se verán perjudicadas tanto por la crisis económica como por los efectos de la gripe A. Distintos operadores turísticos y cámaras empresarias estiman una baja en las reservas hoteleras cercanas al 30 por ciento. Esto ya puede apreciarse en Mendoza, Bariloche y otras zonas del país. En Entre Ríos están debatiendo si tienen que suspender la temporada de termas. De hecho, la ciudad de Chajarí ya dictó un decreto municipal para cerrar su complejo termal. Según datos del Indec, entre enero y abril de este año ingresaron a través de Ezeiza 744.500 turistas, un 14 por ciento menos que el año pasado. Una caída que, según los operadores turísticos consultados por Página/12, podría profundizarse si avanza la psicosis de la gripe A.

“Las cámaras de turismo de Mendoza ya alertaron una caída en las reservas del 30 por ciento. También se observa un menor flujo de visitantes en Bariloche. Esto es como una rueda, si el turismo se ve afectado también habrá repercusiones en los comercios y los servicios como bares, restaurantes y cines.” Con estas palabras, Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio, describió el escenario que se está viviendo en el turismo local, como consecuencia del impacto de la gripe A y la crisis económica.

Los operadores turísticos del país esperan una merma de las reservas calculadas entre un 15 y 30 por ciento para estas vacaciones de invierno. La mayor retracción se observa en los viajes hacia la ciudad de Buenos Aires, quizás por ser la ciudad más cosmopolita del país. Pero no es la única afectada. La directora provincial de Promoción y Prevención de la Salud de Santa Fe, Andrea Uboldi, solicitó públicamente que se suspendieran “viajes, excursiones, o todo tipo de intercambio de gente” hacia las ciudades turísticas del país. Sus palabras cayeron mal en diferentes localidades. Bariloche fue la primera en quejarse, pero no fue suficiente para evitar que las autoridades nacionales suspendieran por dos semanas los viajes de egresados.

Según datos de las agencias de turismo estudiantil, de los 120.000 jóvenes que viajan a Bariloche por año, esta temporada habrá 100.000. Un viaje de egresados promedio cuesta 3000 pesos (el año pasado eran 2800 pesos). El alto valor del paquete estudiantil, sobre todo para los sectores de clase media o media baja, sumado a los miedos generados por la gripe A, forman parte del pronóstico pesimista de los operadores.

Por su parte, la Asociación de Turismo de Entre Ríos se opuso a cerrar compulsivamente sus centros termales, “hasta tanto no haya evidencia científica que los obligue al cierre”. Por ejemplo, en la localidad de Federación son 18.000 familias que viven del turismo, quienes no quieren resignar sus fuentes de ingreso. Sin embargo, la municipalidad de Chajarí, vecina de Federación, cerró el centro termal de la ciudad por decreto.

La crisis no sólo será argentina. La Asociación Chilena de Empresas de Turismo prevé una caída de hasta el 50 por ciento de los viajes por parte de turistas extranjeros. En México, que fue el primer país afectado por la gripe A, produjo hasta el momento una caída de las reservas turísticas del 70 por ciento.