El borrador de un documento interno de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (FCE-UBA) despertó dudas sobre la presencia de esa universidad en el Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento de las estadísticas del Indec que comenzaría la próxima semana. Las autoridades de la UBA y el ministro de Economía, Amado Boudou, aseguraron que la participación de esa casa de estudios en el Consejo que busca devolverle parte de la credibilidad perdida al Indec está garantizada. La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA también desmintió que esa casa de estudios hubiera rechazado la convocatoria.

En el borrador filtrado, los profesores titulares del Departamento de Economía de la FCE-UBA argumentan que para revisar la metodología de las cifras oficiales es necesario que antes los datos sean transparentes y fiables. Ese paso previo, sostienen, se asemeja a una auditoría y no lo pueden realizar las universidades. Lo deben llevar adelante otros organismos. En medio de la polémica, se conocerán hoy las cifras de la inflación de julio.

El decano de la FCE-UBA, Alberto Barbieri, le encargó al Departamento de Economía de esa casa de estudios elaborar la postura para la discusión interna de la universidad. El lunes el rector de la UBA, Ruben Hallu, se reunió con los decanos y docentes de las facultades de Económicas, Exactas, Sociales y Derecho, para terminar de articular la posición oficial. Allí la FCE presentó su “borrador”. Ese texto fue consensuado por veinte profesores titulares regulares, consultos y eméritos, del Departamento de Economía. Los docentes sostienen que “el problema del Indec tiene tres aristas: el funcionamiento interno, la recopilación y procesamiento de datos primarios y la metodología, la fórmula de cálculo”. Los docentes ratifican su interés por colaborar, pero advierten que es necesario realizar otro tipo de enfoques. En este escenario, aseguran que una comisión académica sólo podría aportar con sugerencias metodológicas, “pero para eso los datos deben ser transparentes y fiables, y eso no puede garantizarlo el comité académico; eso sería una auditoría”.

Pese a las dudas que surgieron sobre la participación de la UBA en el Consejo Académico, junto con las universidades de Tres de Febrero, Rosario, Tucumán y Mar del Plata, el ministro Boudou aseguró que “seguimos contando con la colaboración de la UBA, el rector la garantizó. En la UBA, una institución grande, puede haber gente que piense distinto, pero me apena que se prejuzgue. Estamos tratando de fortalecer una institución”.

La semana pasada el Rectorado de la UBA había hecho pública su intención de participar “sin condicionamientos” del proceso de revisión de las estadísticas. Las invitaciones formales serán enviadas en estos días. Todavía ninguna de las cinco instituciones comunicó quién será su representante.

El titular del Departamento de Economía de la FCE-UBA, Andrés López, explicó que “está bien que participemos del Consejo, pero hay que abordar el problema del Indec de forma integral, excede la discusión metodológica, hay causas judiciales de por medio. Nosotros no podemos verificar cómo se recolectan los datos; ésa es la tarea de un auditor. El rol de un consejo académico debe ser sugerir sobre la metodología y para eso los datos tienen que ser confiables”. Los docentes remarcan que el informe de la comisión Boskin se realizó sobre la metodología del índice sin poner en duda la credibilidad de los datos, “pero no es así en el caso del Indec”.

Frente a la postura de Económicas y lo difundido por algunos medios de comunicación, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Naturales, Jorge Aliaga, ratificó la intención de esa casa de estudios de participar del Consejo. “No es correcto rechazar la invitación formulada por un organismo público que demuestra el interés en el asesoramiento de la universidad pública”, apuntó el decano en un correo enviado a la comunidad de Exactas. El lunes, el Consejo Directivo de la Fceyn refrendó la convocatoria para que sus docentes representen a la UBA en el Consejo Académico.