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El Banco Central de China continuó ayer su política cambiaria de apreciación del yuan respecto del dólar, un reclamo impulsado fundamentalmente por Estados Unidos. La suba de la moneda china fue de 0,4 por ciento, llegando al nivel más alto desde 2005. El gesto asiático viene después de dos años sin modificaciones en su tipo de cambio, que permitió a China mantener subvaluada la moneda. Llega justo antes de la inminente cumbre del G-20, que se realizará los próximos días 26 y 27 en Toronto, Canadá, como una forma de suavizar las tensiones existentes entre los países con mayor peso en el organismo.

Los movimientos en las cotizaciones cambiarias modifican la competitividad de las economías y lo que busca la administración de Obama es poder mejorar el margen de inserción de las exportaciones norteamericanas en China y a la vez limitar la competencia asiática en su mercado interno. La lógica del reclamo es que el abultado superávit externo chino define un nivel “de equilibrio” más bajo para el yuan. Las persistentes compras de dólares por parte de la autoridad monetaria permitían mantener su moneda subvaluada, fija en unos 6,83 unidades por dólar. El lunes, China apreció su moneda estableciendo una nueva paridad de referencia de 6,82 yuanes por dólar, y ayer dejó subir la cotización del yuan al fijar la cotización en 6,80 unidades por dólar. Los analistas lo advierten como un gesto antes de la cumbre del G-20, pero dudan sobre la posterior continuidad de la medida.

Por la importancia de China como socio comercial, la apreciación del yuan impacta favorablemente también en la competitividad de la industria argentina, sobre todo frente a las importaciones asiáticas, que suelen ser blanco de medidas comerciales restrictivas desde la cartera de Industria, por tratarse de competencia desleal. En lo que va del año, el intercambio comercial bilateral registra un déficit de 34 millones de dólares, con exportaciones por 2383 millones e importaciones por 2417.

Mientras la buena noticia comercial para Estados Unidos no logró que Wall Street reaccione favorablemente, los papeles en la Bolsa porteña subieron 0,3, en una reducida jornada. En tanto, el dólar quedó en 3,94 pesos y las reservas en poder del Banco Central llegaron a 49.653 millones de dólares.