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Federico Young está de vuelta. El ex funcionario macrista que compartió seminarios con Cecilia Pando consiguió retornar a la gestión de Mauricio Macri tras la polémica que terminó eyectándolo de la Agencia Gubernamental de Control, donde había nombrado a ex espías de la SIDE, militares y gendarmes. En el reparto de cargos del segundo mandato, el PRO lo envió a un lugar subterráneo con la esperanza de que nadie lo notara. Pero el aumento de la tarifa del subte puso a la empresa de subtes (Sbase) en el centro de las miradas. Allí recaló Young como parte del directorio, aunque en el macrismo aclaran que estará pintado al óleo.

El Ministerio de Desarrollo Urbano porteño informó ayer el nuevo directorio del Sbase. Al frente sigue Juan Pablo Piccardo, secundado por Alberto Gowland. Entre los cuatro directores, se coló el nombre de Young, quien venía negociando hace tiempo su regreso. “Pensamos que era el lugar más oculto en el que podíamos ubicarlo. Ahora quedó en la línea de fuego”, explicaron desde su partido. De todas formas, juraron que no puede recibir sueldo porque está jubilado como ex juez y que tampoco tendrá contratos para sus amigos de uniforme. “A lo sumo, le darán algunos pesos en gastos de representación”, graficó alguien que lo conoce bien.

Young asumió frente a la Agencia Gubernamental de Control en el primer mandato de Macri. Página/12 reveló que Young compartió dos seminarios con Pando, en los que –tras escuchar que se mencionaba como “terroristas” a funcionarios nacionales– Young dijo que “tenemos uno que llegó al máximo cargo”, en alusión a Néstor Kirchner. Su posición fue expresada en varias cartas de lectores a La Nación, en la que se quejaba de los que “remueven las heridas abiertas por el terrorismo subversivo”.

Al llegar a la Agencia de Control, Young no perdió el tiempo: contrató a dos coroneles retirados que figuraban como tesorero y protesorero del Partido Demócrata porteño, que él presidía. Uno de ellos trabajó en la SIDE en el menemismo y tenía una agencia de seguridad llamada Acecho SA. A fines de 2008, cuando debía rendir cuentas en la Legislatura, a Young lo confrontaron con 14 contratos a militares y gendarmes que no supo explicar. Renunció en marzo de 2009.