ECONOMíA › FERRER ADVIRTIó SOBRE PROBLEMAS ECONóMICOS

Desafíos en el horizonte

 Por Fernando Krakowiak

“No podemos atribuirles a los acontecimientos internacionales recientes las tendencias de la economía nacional. Hay que tratar de evitar poner en el afuera la causa principal de los problemas. Como cuando en las fases de auge se dice que es todo por el viento de cola, ahora no pensemos que es solamente por el viento de frente”, afirmó ayer el economista y embajador en Francia, Aldo Ferrer, antes de advertir sobre los desafíos que debe atender el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner si quiere consolidar una senda de crecimiento. Su intervención tuvo lugar en el IV Congreso de AEDA, donde compartió panel con los economistas Miguel Bein y Ricardo Delgado y el viceministro de Economía de Uruguay, Luis Porto.

Al comienzo de su exposición, Ferrer señaló que las condiciones de inestabilidad en el escenario económico internacional se van a mantener mientras las potencias centrales continúen aplicando políticas neoliberales, pero afirmó que el impacto sobre Argentina será escaso. “El contagio financiero es limitado. Hay un contagio eventual vía el comercio internacional, pero lo más probable es que en el mediano plazo se mantenga un escenario positivo para nuestras exportaciones, por lo menos las primarias”, remarcó.

Luego Ferrer elogió las acciones que llevó adelante el gobierno argentino durante los últimos años para poder ubicarse relativamente al margen de los efectos de la crisis internacional. En particular, destacó la reestructuración de la deuda, la nacionalización del sistema jubilatorio, la recuperación de la política monetaria y la administración del tipo de cambio, pero sostuvo que “eso no debe llevarnos a pensar que el partido está ganado”. “El riesgo de retroceso forma parte de nuestra experiencia histórica”, agregó.

Fue entonces cuando Ferrer advirtió sobre los inconvenientes que enfrenta el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “Tenemos una serie de problemas en el equilibrio fiscal y en las cuentas internacionales, problemas de apreciación cambiaria y eventual pérdida de competitividad. Estos son desafíos que hay que atender respecto del futuro”, sostuvo.

El economista del Plan Fénix reivindicó los controles a las importaciones, pero remarcó que su eficacia depende también del mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos. “Si un recurso escaso son las divisas, administrar ese poder adquisitivo permite mantener el ritmo de importaciones porque la otra alternativa es el ajuste, bajar el nivel de actividad y las importaciones masivamente. Curiosamente, los controles son la forma de mantener un alto nivel de importación y crecimiento, pero son eficaces en la medida en que acompañan la solidez de los equilibrios macroeconómicos. Y allí entonces surge la necesidad de bajar una inflación que no es conveniente y evitar la fuga de capitales”, destacó. Por último, Ferrer afirmó que “si el país logra consolidar lo que ha logrado desde la salida de la crisis a través de la corrección de estos desvíos, está en condiciones de sostener a largo plazo una tasa de crecimiento muy por encima del cinco por ciento anual”.

Miguel Bein destacó en su intervención que el año próximo Argentina va a crecer al 5 o 6 por ciento, pero advirtió en cambio que ese crecimiento no es la tendencia. “Argentina no va a crecer más al 6 por ciento en los próximos años si no genera una inyección que le lleve la tasa de inversión para arriba. Hoy es un país que tiene un nuevo estándar tendencial que, haciendo todo bien, es 4,5 por ciento y recibiendo algunos capitales es 5 o 5,5 por ciento”, sostuvo. También dijo que un límite lo marca la apreciación del tipo de cambio. “Hasta 2009 tuvimos 8000 millones de dólares de superávit en la cuenta corriente, pero entre 2009 y 2011 el salario en dólares en el país aumentó un 45 por ciento. La capacidad adquisitiva de la población en términos de productos importados explotó y se comió el saldo de la cuenta corriente. El resultado fue la espectacular victoria electoral del Gobierno, pero es la hora de la sintonía fina en serio, porque Argentina llegó a su potencial de crecer por arriba de la tendencia”, sostuvo.

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