Cristina Fernández de Kirchner adelantó ayer que el superávit comercial de agosto fue de 1637 millones de dólares, 102 por ciento más que en el mismo período de 2011. De este modo, y si bien la Presidenta aclaró que los datos del mes aún son provisorios, el acumulado ya llega a 10.040 millones de dólares y supera la meta que se había propuesto alcanzar el Gobierno en todo 2012. “Van a decir que es porque bajaron 800 por ciento las importaciones. No es así: fue un 6 por ciento menos de exportaciones y un 17 por ciento menos de importaciones, contra un año en el que habíamos crecido al 8,9 por ciento”, explicó la mandataria durante la conferencia de prensa que brindó ayer en la Casa Rosada.

El año pasado la balanza comercial arrojó un superávit de 10.347 millones de dólares, un 11 por ciento menos que en 2010. Esa progresión hacía prever un superávit menor en 2012 si el peso se seguía apreciando en relación con el dólar en términos reales. El peso continuó apreciándose, pero para evitar que el superávit comercial siguiera reduciéndose, el Gobierno incrementó a comienzos de año los controles a las importaciones. Esos mayores controles, combinados con la menor demanda al exterior debido a la fuerte desaceleración económica, derivaron en un incremento del superávit. Así, en los primeros ocho meses ya se superó la barrera de los 10 mil millones y la proyección es que superará los 12 mil millones en 2012.

La política de administración de comercio que despliega el Gobierno despertó críticas en la Organización Mundial de Comercio por parte de la Unión Europea y, recientemente, Estados Unidos y Japón. Como medida defensiva, la Cancillería denunciará a Estados Unidos por impedir el ingreso de carnes y cítricos. No obstante, vale aclarar que en los primeros siete meses del año (los datos de agosto desglosados recién se conocerán en la segunda quincena cuando el Indec publique el informe definitivo), las ventas a la Unión Europea bajaron un 12 por ciento, mientras que las importaciones desde ese destino subieron 15 puntos.

Además, las colocaciones a los países de Norteamérica bajaron 2 por ciento, a diferencia de las compras argentinas, que avanzaron 5 por ciento. Una dinámica diferente mostró el comercio con los países de la región. Las exportaciones al Mercosur bajaron 6 por ciento, mientras que las importaciones lo hicieron en un 16 por ciento. Esa tendencia se mantuvo en agosto, al menos con el principal socio comercial de la región. De hecho, la consultora Abeceb.com adelantó el lunes, en base a datos del gobierno brasileño, que el déficit comercial con Brasil se redujo 54 por ciento en los primeros ocho meses del año, aunque el intercambio entre ambos países arrojó un rojo de 1717 millones de dólares para la Argentina.