EL PAíS › DIFERENCIAS EN EL RADICALISMO POR EL PROYECTO QUE PERMITE VOTAR DESDE LOS 16 AÑOS

La juventud quiere renovación y cambio

La Juventud Radical, Franja Morada y otras agrupaciones juveniles se oponen a la dirigencia del partido. “Nunca puede resultar raro que los mismos que hace treinta años están al frente de un partido se opongan a la participación de los jóvenes.”

 Por Sebastian Abrevaya

“Grande es el estupor al notar el desacuerdo de importantes referentes de nuestro partido centenario con esta propuesta.” Con esa frase de la organización juvenil radical la Cantera Popular quedaron plasmadas las diferencias dentro de la UCR respecto del proyecto del oficialismo para habilitar el voto de los jóvenes de 16 y 17 años. La plana mayor del radicalismo encabezada por su presidente, Mario Barletta, se inclinó por rechazar la iniciativa, pero la Juventud Radical, la Franja Morada y otras agrupaciones juveniles contradijeron esa postura y metieron presión para no quedar como el partido que se opone a una ampliación de derechos, a pesar de sus críticas al kirchnerismo. El miércoles hubo un encuentro en el Comité Nacional, donde se llegó a un principio de acuerdo: plantear una “propuesta alternativa”, que todavía no empezó a redactarse.

Como sucedió con la iniciativa para estatizar YPF, el proyecto del Gobierno logró poner en conflicto al radicalismo. En un primer momento, los diputados y senadores más importantes del partido salieron a marcar un claro rechazo a la medida. “Algunos se oponen por la oposición misma y otros por cuestiones ideológicas”, consideraron desde la Juventud Radical. Los dardos apuntaron, entre otros, a dirigentes como el diputado radical Oscar Aguad y Barletta, que incluso fue rector de la Universidad del Litoral. “No se aprecia un estudio serio y profundo, sólo se observa el intento de una maniobra electoral, que tiene como objetivo la utilización de este segmento de posibles votantes”, había advertido Barletta en un comunicado oficial. “Hay muchísimos chicos que no terminan el colegio, no entiendo cómo el Gobierno pretende que voten. Y muchos de los chicos que sí terminan el colegio no saben lo que leen, por lo tanto habría que luchar por que se mejore la educación en vez de que los chicos tengan que votar”, opinó Aguad “a título personal”.

La respuesta de los sectores juveniles no tardó en llegar. La Cantera Popular, que conduce la JR, emitió un duro comunicado: “Nunca puede resultar raro que los mismos que hace treinta años están al frente de un partido se opongan a la participación de los jóvenes y utilicen el argumento de la especulación electoral (que es cierto) como única respuesta para tapar que hace tres décadas vienen poniendo frenos al crecimiento de los jóvenes al interior del partido, negándolos, evitando su inclusión en las listas, quitándoles apoyo político, sólo por nombrar algunos inconvenientes que sufre la militancia joven del radicalismo”, cuestionaron.

Después de ese cruce público y de que el Frente para la Victoria anticipara su intención de tratar el tema en el Senado, se produjo el encuentro en el Comité Nacional para intentar unificar posiciones. “Participación sí, clientelismo no”, fue el título del texto firmado por Barletta, en el que adelantaban que presentarían un proyecto alternativo. En la práctica parlamentaria, presentar un proyecto alternativo implica votar en contra del proyecto mayoritario, es decir, del proyecto del kirchnerismo.

Para no romper el intento por unificar posiciones, desde la juventud refutaron los argumentos por los que la plana mayor del radicalismo se opone a la medida. “Nosotros no vamos a caer en el argumento de que los jóvenes no están listos. Los jóvenes no son tontos ni pueden ser arriados. Además, es mentira que todos van a ir a votar masivamente al Gobierno”, remarcó un dirigente juvenil. Por otro lado también recordaron que en los ’80 el radicalismo ya tenía entre sus propuestas bajar la edad de votación a los 16.

Orgánicamente, la JR trató de marcar una postura a favor, pero señalando otras críticas al proyecto oficial: “La idea general de que los jóvenes tengan la posibilidad de votar nos parece bien. El Gobierno trae el tema a colación y eso no parece bien. Pero la agenda de los jóvenes debe incluir muchas cosas más. Desempleo juvenil, deserción escolar, primera vivienda tienen que estar enmarcados en una ley nacional de la persona joven”, señaló a Página/12 el presidente de la JR, Lucio Lapeña. “Uno no puede estar en desacuerdo que se está planteando la ampliación de derechos. Pero nos negamos a que la discusión se termine en el tema del voto. Hay un montón de problemáticas juveniles que también hay que empezar a discutirlas”, coincidió Celeste Ruiz Díaz, miembro de la Cantera y vicepresidente del Instituto Moisés Lebensohn. En este contexto, todavía queda mucho debate por delante en el radicalismo respecto del denominado voto joven.

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Dirigentes de la Juventud Radical se quejaron porque el partido no les da apoyo ni los incluye en las listas.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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