Domingo, 7 de octubre de 2012 | Hoy
ECONOMíA › EL BANCO CENTRAL CONVOCO A DESTACADOS ECONOMISTAS INTERNACIONALES HETERODOXOS
Las últimas jornadas monetarias y bancarias del Banco Central reunieron a destacados economistas heterodoxos, que desafían a la economía convencional. Fue un acontecimiento notable teniendo en cuenta que en el pasado fue un reducto de la ortodoxia.
Por Tomás Lukin
Durante más de treinta años los eventos organizados por el Banco Central estuvieron monopolizados por la ortodoxia y el establishment financiero internacional. Las Jornadas Monetarias y Bancarias del BCRA funcionaban como un espacio para la legitimación de las políticas y teorías económicas dominantes. A partir de 2010 esa tradición se quebró. En la edición de este año, los paneles estuvieron monopolizados por economistas con visiones alternativas de la economía. Los especialistas convocados por la presidenta de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, evidenciaron la necesidad de bancos centrales comprometidos activamente con el de- sarrollo, destacaron la importancia de que las autoridades monetarias persigan objetivos amplios y flexibles que excedan la regla neoliberal de la estabilidad de precios, señalaron la necesidad de abordar la inflación desde una perspectiva más compleja, donde se tomen en cuenta elementos como la distribución del ingreso, y advirtieron sobre los escasos avances en materia de re-regulación del sistema financiero internacional.
A diferencia de los años cuando el plato fuerte del evento eran los presidentes del banco de inversión JP Morgan-Chase y la nacionalizada aseguradora AIG, banqueros centrales de la Eurozona, o prestigiosos economistas de la Universidad de Chicago, en esta oportunidad los paneles contaron con la presencia de reconocidos economistas heterodoxos como el investigador poskeynesiano de la Universidad de Texas, James K. Galbraith, o el marxista de la New School for Social Research de Nueva York, Anwar Shaikh. El evento no contó con disertaciones de economistas locales, ni funcionarios.
Las jornadas se celebraron el lunes y martes pasado y gran parte de los panelistas comenzaron sus intervenciones celebrando con sorpresa que el listado de invitados y la temática de los paneles completamente ajenos a la tradición ortodoxa. De regreso en Estados Unidos después de participar en el evento, el investigador Randall Wray subió una opinión a Economonitor, blog creado por el economista Nouriel Roubini, donde se preguntó: “¿Qué hacía este variopinto grupo de economistas heterodoxos en las jornadas de un Banco Central? Es imposible de imaginarlos en Jackson Hole, la conferencia anual de la FED”. Además del cuestionamiento a la teoría dominante, los participantes celebraron algunos elementos de la reciente reforma de la Carta Orgánica del BCRA, fundamentalmente el abandono de un mandato único, como era la estabilidad de precios, para perseguir un objetivo más amplio que contempla el crecimiento, el empleo, la estabilidad financiera y el desarrollo con inclusión social.
“Este Gobierno desafía el saber convencional. Estamos preparados para que nos sigan criticando y que me califiquen como la peor presidenta de un Banco Central, que el FMI nos amenace con metáforas y que las calificadoras de riesgo bajen las notas de los bonos y las perspectivas de los bancos. No les gusta que Argentina haga algo diferente. Pero vamos a seguir haciendo más cosas, tenemos facultades que vamos a ejercer”, concluyó Marcó del Pont durante la apertura de las jornadas.
La primera Gran Depresión del siglo XXI fue disparada por una crisis financiera en Estados Unidos, pero eso no fue la causa. Esta crisis es un evento absolutamente normal del sistema de acumulación capitalista donde largos períodos de bonanza dan lugar a profundas depresiones. Es una crisis intrínseca al sistema y la dinámica de la rentabilidad. Un buen resultado sería que la crisis dure sólo diez años, porque podría durar mucho más. El gasto público puede estimular una economía. Durante la Segunda Guerra Mundial, el déficit presupuestario de Estados Unidos promedió el 25 por ciento, hoy el déficit es menos del 11 por ciento. ¿Qué frena la creación de programas de empleo? La respuesta es que el estímulo a las empresas es la forma preferida para el capital. De hecho, como la creación directa de puestos de trabajo subordina la ganancia a fines sociales, es vista como una amenaza al orden capitalista. Además, interfiere con el plan neoliberal para reducir los costos laborales a nivel global que no sólo permite abaratar la producción, sino que también ayuda a controlar los salarios reales en los países centrales.
La teoría económica fue capturada por una visión única donde el crecimiento, el empleo, la distribución del ingreso, la inflación y el tipo de cambio se determinan en forma óptima. Es momento de ir hacia otras teorías que ya están desarrolladas con sustento teórico y empírico. Argentina, Brasil y China demuestran que se puede intervenir en los mercados para que éstos se muevan en la dirección adecuada. Los economistas se convirtieron en astrólogos para los cuales no existen castigos. No hace falta recurrir a un sistema de castigos violentos, sino que necesitamos un debate plural, porque incluso en la heterodoxia diferimos entre nosotros.
* New School for Social Research.
La Gran Recesión que comenzó en 2007 tiene factores centrales y secundarios que también contribuyeron. Entre los elementos principales se destaca la regresión en la distribución del ingreso y la caída de los salarios reales y la liberalización e innovación financiera que dieron lugar a una fuerte especulación. Por su parte, los desbalances globales, la política monetaria y las agencias calificadoras de riesgo fueron factores que contribuyeron.
La crisis arroja importantes implicancias de política económica. La política monetaria no debe tener como único objetivo la inflación. La estabilidad de precios no es suficiente, es necesario prestar atención a otras variables como el tipo de cambio. La coordinación entre las políticas monetaria y fiscal es vital. Esta última debe utilizarse tanto en el corto como en el largo plazo. El sector financiero debe estar al servicio de la economía como un todo, y del sector productivo en particular. Los bancos deben responder a las necesidades de sus clientes antes que ofrecer ganancias de corto plazo a sus accionistas y una enorme rentabilidad para ellos mismos. Es necesario una mejor y mayor regulación del sistema financiero que vuelva a separar los bancos de inversión de las entidades comerciales. Algunos elementos complementarios para esas reformas son los impuestos para el sector financiero, la abolición de las calificadoras de riesgo. La estabilidad financiera continúa siendo un gran problema y los avances en materia de regulación son extremadamente lentos y pobres.
* Universidad de Cambridge.
La banca de desarrollo es un instrumento de un proyecto más amplio, que es construir el futuro. Contrariamente a lo que se cree, las instituciones nacionales dedicadas a promover el desarrollo son muy comunes. En el mundo existen 90 instituciones de desarrollo que responden a 61 países, entre bancos, agencias especializadas y entidades financieras. No hay dos instituciones iguales. Dependen del grado de participación del sector privado, la apertura comercial, destino de los préstamos, el papel del regulador local, grado de independencia y número de instrumentos que opera. El Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (Bndes) es el principal proveedor de créditos a largo plazo, el 55 por ciento de los créditos está dirigido a actividades industriales y cumple un rol importante en la promoción de exportaciones de bienes de capital y servicios de ingeniería. Pero cada país tiene su historia, su estructura y sus objetivos. Al momento de crear una institución para el desarrollo, los países pueden inspirarse en otras experiencias, pero cada uno debe diseñar sus propias herramientas.
En momentos de crisis los mercados probaron ser incapaces de sostener el desarrollo, precisamente cuando más se lo necesita. El fomento al desarrollo es mucho más fuerte cuando se combinan instituciones públicas y privadas. Los bancos de de- sarrollos tienen un rol fundamental en el financiamiento de la expansión de la capacidad productiva para superar cuellos de botellas que son particularmente importantes en las economías en desarrollo y que suelen contribuir a la gestación de tensiones inflacionarias. Además la banca de desarrollo contribuye a la estabilidad sistémica, favorece la innovación y la sustentabilidad industrial.
* Vicepresidente Bndes.
El gobierno de Estados Unidos nunca puede quedarse sin dólares y nunca puede ser forzado a declarar un default ni a incumplir un vencimiento. Los límites que existen, como el límite al endeudamiento, son límites autoimpuestos.
Cuando un gobierno emite más dinero para gastar que el que recibe a través de los impuestos los llamamos déficit. Eso genera un ingreso neto en el sector privado, creando más ventas y puestos de trabajo. Un superávit presupuestario es lo opuesto: el gobierno remueve dinero, ingresos y empleos de la economía. Entonces, ¿cuál sería el problema de eliminar esos límites? El gobierno podrían gastar demasiado llevando a la economía más allá del pleno empleo y generando inflación. Sólo si el déficit aún es lo suficientemente alto como para fogonear a la inflación, un recorte fiscal debería ser adoptado. Además, los déficit que promueven el crecimiento económico pueden generar déficit comerciales ya que las importaciones crecen más rápido que las exportaciones. Muchos creen que esto genera una apreciación de la moneda. La evidencia es escasa, pero incluso si fuera cierto la dicotomía sería entre mayor crecimiento y empleo versus una moneda fuerte. ¿Usted qué preferiría: un trabajo o unas vacaciones en el exterior?
Los gobiernos deban gastar más y no menos. Hoy, con la masiva cantidad de recursos ociosos (en el mundo), los gobiernos deberían gastar más y no menos para recuperar los niveles de actividad y empleo. Esto no quiere decir que pueden gastar ilimitadamente. Pero un país soberano que emite su propia moneda no enfrenta problemas de financiamiento o solvencia en su propia moneda. La teoría monetaria moderna no es aplicable a Grecia o la Unión Europea, pero sí en los países con soberanía monetaria como Argentina, Brasil o Japón.
* Universidad de Kansas.
La inflación es un proceso más dinámico y complejo que la explicación que ofrece la teoría ortodoxa. Desde esa visión, los aumentos de precios responden a un exceso de demanda, una sobreexpansión del gasto público o una emisión monetaria descontrolada. La inflación estructural que usualmente aqueja a los países latinoamericanos no es ocasionada por políticas fiscales o monetarias laxas. Las causas de la inflación están ligadas a las transformaciones propias del proceso de desarrollo que generan desproporcionalidades, cuellos de botella y finalmente cambios en los precios relativos cuando la economía es sometida a shocks. La inflación, en sí misma, es un proceso dinámico complejo que involucra una pugna por la distribución del ingreso. Eventualmente da pie a la aparición de mecanismos defensivos. La institucionalización de conductas defensivas lleva a la existencia de inercia inflacionaria o aceleración de la misma.
La inflación es un fenómeno real que se origina en cambios en los precios relativos y se conserva en la medida en que estos shocks alteran en cada grupo o sector la consistencia entre el ingreso real que perciben y el que aspiran. El conflicto distributivo se hace más o menos enconado dependiendo de las asimetrías en el poder de reacción de cada parte. Los desequilibrios estructurales, el conflicto y la inercia tienen cierto grado de independencia, por lo que demandan un conjunto orgánico de políticas antiinflacionarias.
Q Universidad Central de Venezuela.
Las crisis no tienen una causa dominante y única. “Innovación financiera”, “burbujas que crecieron y estallan”, “fraude financiero”, “crisis de las finanzas”, “falta de competitividad” o “especulación” son insuficientes. Aceptar alguna de ellas implica considerar a la crisis como un shock a un sistema estable y eso representa una trampa analítica. Como demostró Hyman Minsky, la inestabilidad financiera y las crisis son endémicas al sistema.
Los economistas proyectaban una recuperación mucho más rápida, asumían que la crisis era similar a lo que sucedió en la posguerra y no como durante 1930. El crecimiento económico todavía no volvió y no parece posible que vuelva a los niveles previos a la crisis. Existe un conjunto de impedimentos como el desapalancamiento en el sector inmobiliario de Estados Unidos ya que el repago de las deudas no genera más expansión, el aumento del precio de petróleo que es un precio de importación de Estados Unidos, los avances en materia tecnológica que permiten eliminar puestos de trabajo, la existencia de un extenso sector bancario que no apoya la recuperación y la ideología de austeridad que limitan nuevas iniciativas públicas y promueven el retroceso de la seguridad social.
En ese escenario, Estados Unidos va a elegir entre dos alternativas: preservar la política actual de estabilización que, si bien no devolvió los niveles de crecimiento y empleo previos, protege de un profundo colapso o ser víctima de la misma visión que predomina en Europa. En el caso europeo no hay ninguna razón para creer que se llegue a un camino más estable hasta que alguna de las economías periféricas se salga de la Eurozona. Las perspectivas son pesimistas. La lección para países en desarrollo es que deben estar preparados y dispuestos a hacer lo mejor para su decisión, no es un contexto global totalmente desfavorable. Ahí es fundamental que los bancos centrales tengan un mandato amplio y flexible como el del BCRA.
Producción: Tomás Lukin y Cristian Carrillo.
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