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“La fuerte quita de subsidios que prepara el gobierno de Macri impactará en el bolsillo de los argentinos y frenará la actividad económica”, afirmó el diputado Julio De Vido. A través de su cuenta en la red social Twitter, el ex ministro de Planificación Federal cuestionó las modificaciones en al esquema de susbsidios energéticos anticipado por el gobierno de Mauricio Macri. “El 65 por ciento de los subsidios son para comercios e industrias, los hogares sólo reciben el 35 por ciento restante. Son 2 millones de usuarios pymes, fábricas, pequeños y grandes comercios que se verán afectados poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo”, advirtió ayer el legislador por el Frente para la Victoria.

De Vido ofreció algunas estimaciones del impacto que tendría la anunciada eliminación de los subsidios para los hogares. De acuerdo con la información suministrada por el santacruceño si se quitan esas transferencias, las familias bonaerenses y porteñas que hoy consumen hasta 300 kwh por bimestre pasarán a pagar diez veces más: de 33 a 382 pesos en promedio. La escalada para aquellos hogares con un nivel de consumo similar en el interior del país será parecida. Las facturas de quienes hoy desembolsan aproximadamente 64 pesos por bimestre treparán hasta 460 pesos.

“Solo el 3 por ciento de los hogares subsidiados son de altos ingresos y podrían pagar tarifa plena, dado que ya se quitaron los beneficios a countries, barrios privados, Puerto Madero y otros similares. El 97 por ciento restante se aplica a la demanda de hogares medios, bajos, además de toda la industria y comercios. Esgrimen el argumento de los supuestos ricos subsidiados para justificar un brutal aumento de tarifas”, remarcó el ex funcionario. “La tarifa social que quieren hacer es convalidar un servicio de segunda que estigmatiza a los que no pueden pagar. La empresas les cobrarán menos a cambio de menores exigencias en cuanto a la calidad de servicio”, advirtió De Vido al referirse a los anticipos del nuevo esquema realizados por el ministro de Energía y ex presidente de Shell, Juan José Aranguren.

Finalmente, el legislador por Santa Cruz cuestionó la decisión de modificar el período de facturación: “El cobro mensual es una engañifa para que la gente no perciba la magnitud del aumento de tarifas. Esas ‘dos pizzas por mes’ que dice (el ministro de Hacienda y Finanzas) Prat-Gay serán menos paseos para las familias, días de vacaciones o útiles escolares”.