ECONOMíA › LA INFLACION DE MARZO AVANZO 0,6 POR CIENTO. SUBIO INDUMENTARIA
Los precios salieron de la heladera
El Indice de Precios del mes pasado superó el acumulado en los dos primeros meses del año. Se destacaron los aumentos de la indumentaria y de algunos alimentos, así como también de ciertos servicios.
La inflación de marzo fue del 0,6 por ciento, un aumento que superó el acumulado en los dos primeros meses del año, que había sido del 0,5 por ciento. De acuerdo con el Indice de Precios al Consumidor (IPC) para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires elaborado por el Indec, la suba contra marzo de 2003 fue del 2,3 por ciento. Entre los mayores aumentos volvieron a destacarse la indumentaria y algunos alimentos como carnes y vinos. Aunque su incidencia en la inflación global es escasa, también influyó el aumento en el precio de los cigarrillos. La canasta básica alimentaria, que sirve de referencia para determinar los niveles de indigencia, experimentó una leve retracción del 0,1 por ciento.
Si bien se está lejos de las disparadas de 2002, tras el agotamiento del régimen de tipo de cambio fijo, la suba de precios de marzo refleja la persistencia de tensiones inflacionarias en la economía, especialmente debido a que muchos precios se ajustaron por debajo de la devaluación y, de acuerdo con la interpretación de algunos actores, estarían retrasados. En los aumentos también influye otra característica especial de la economía local: la estructura oligopólica de la oferta de muchos productos, que permitió aumentos de precios incluso en sectores donde no se registra aumento de la demanda. Los precios “retrasados” que sufrieron ajustes fueron, entre otros, los de las carnes rojas y productos pesqueros. En este último caso, se destaca que la medición de marzo no incluye los tradicionales aumentos especulativos de Semana Santa (ver aparte).
Como ya es tradicional bajo el nuevo esquema cambiario, los precios de los bienes, que representan el 53 por ciento de la canasta, fueron los que más crecieron, el 0,9 por ciento, contra el 0,2 por ciento de los servicios, el 47 por ciento restante. La diferencia con otros períodos reside en que el aumento de algunos servicios regulados, como la energía eléctrica, que aumentó su valor mayorista en 0,9 por ciento en el mes y 13,1 por ciento en lo que va del año, afecta a la inflación minorista en el valor final de los bienes, no en el de los servicios públicos, que en el caso del IPC siguen funcionando, al menos por ahora, como un ancla. Cabe recordar que desde diciembre de 2001, los bienes aumentaron su valor en un 74,6 por ciento contra un 18,8 por ciento de los servicios. La variación del nivel general durante el mismo período fue del 47,7 por ciento.
De acuerdo con lo adelantado en la carta de intención enviada al FMI con motivo de la segunda revisión de las metas del programa de septiembre de 2003, las dos causas expuestas: “atrasos” en los valores cobrados en pesos por algunas commodities (mercaderías de exportación) y el traslado de los mayores precios que desde principios de año comenzaron a favorecer al oligopolio energético, son las que explicarían la mayor inflación de 2004 en relación con 2003. Los números de marzo ya comenzaron a indicar la tendencia “comprometida” que, si no media una recomposición global de salarios, amenaza convertirse en un nuevo instrumento de distribución regresiva del ingreso.
En el desagregado por rubros los mayores aumentos se produjeron en indumentaria, cuyos precios crecieron el 6,8 por ciento, impulsados por la “ropa exterior”, que subió el 11,6 por ciento. Se trata de la producción de uno de los sectores industriales, el textil, que más aboga contra el ingreso de competencia extranjera (“invasión” de productos brasileños), pero que a la vez es el que más remarca sus precios.
Si bien el rubro Alimentos y bebidas tuvo aumentos por debajo del nivel general, hubo aumentos puntuales importantes, como el 2,4 por ciento en las carnes y el 3,5 por ciento en bebidas alcohólicas. El vino común, por ejemplo, experimentó una suba del 7,1 por ciento en el mes y del 12,8 en el año. Los alquileres, que desde diciembre de 2001 acumulan una baja del 3,2 por ciento, experimentaron una pequeña suba del 0,2 por ciento.