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El Tribunal de Defensa de la Competencia de España aplicó al grupo Telefónica una multa por 57 millones de euros (unos 68 millones de dólares), equivalente al 1,5 por ciento de la facturación de la compañía en 2003, por abuso de posición dominante en telefonía fija. La sanción fue impuesta en una causa iniciada en diciembre de 2002 a partir de una denuncia presentada por la Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones. Telefónica ya anunció que recurrirá “de forma inmediata” la sanción por considerar que es “desproporcionada, anormal e inmoderada”. Astel denunció que Telefónica “dificultaba” el sistema de preselección de operador de larga distancia, una de las herramientas que permite al usuario elegir para este servicio a una empresa diferente a la que le brinda la telefonía local.