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La pista del contrabando es, de lejos, la más firme en el caso de aftosa aparecida en Corrientes. En esto coinciden científicos, funcionarios que tienen larga trayectoria en materia agropecuaria como el gobernador bonaerense Felipe Solá, voceros de frigoríficos y de grandes empresas como Swift. Y ahora, abiertamente, un hombre del Senasa (ver aparte).

Estas son las preguntas que plantea el caso:

1

¿Por qué el contrabando es la pista fundamental?

En primer lugar, porque hay algunos datos objetivos que impulsan las sospechas hacia esa pista. Hace muy poco hubo un foco en Brasil, se desataron enormes polémicas sobre la vacuna, pero la investigación terminó apuntando hacia animales que se movían entre la frontera de Brasil y Paraguay. El segundo dato objetivo es que están en la mira consignatarios que fueron sorprendidos con animales sin certificado de tránsito en Chaco y Formosa durante los últimos meses, que tienen antecedentes en una causa penal instruida por el foco de aftosa de 2001 y que cuentan con campos y amistades en Corrientes.

2

¿Por qué la mirada está puesta en animales traídos de Paraguay?

Porque hay muy poca confianza en el Senasa paraguayo, muchas dudas sobre los controles en Corrientes, iguales dudas respecto de la eficiencia de la Gendarmería en esa frontera y la convicción de que los animales entraron por la frontera seca que existe entre Paraguay y Corrientes cuando baja el nivel del río, ya sea con los animales pasando por el agua o en balsa.

3

¿Hay forma de probar categóricamente la maniobra?

No está claro. En la investigación en curso, desde la propia presidencia están insistiendo en que se realicen todas las pruebas posibles, incluso el ADN de los animales. El campo de Romero Brisco es de cría, por lo que supuestamente se trata de ejemplares nacidos allí, de padres y madres del propio campo, y se está evaluando si, con el ADN, se puede corroborar que ello sea así. Sin embargo, los expertos sostienen que es muy posible que los animales sean del propio campo, pero que los hayan trasladado a otro con más pasto, por ejemplo, y allí sí había animales de contrabando que contagiaron.

4

¿Cómo se pueden ocultar los animales de contrabando?

Como lo explicaba ayer el director del Centro de Virología Animal del Conicet, José Latorre, la maniobra se parece bastante a la de los autos mellizos. Si un campo tiene 5000 ejemplares con documentación, esconde mil para manejarlos en negro, los faena y los vende en negro, lo que le permite una evasión impositiva significativa. En lugar de esos mil, trae mil de Paraguay por el Paraná o a través de una balsa, y como señaló Latorre “los papeles pueden estar correctos, pero una proporción de los animales son ilegales”. En la Argentina hay 55 millones de cabezas y se calculan unas 10 millones en negro.

5

¿Se puede descartar que haya fallado la vacuna?

No, no se puede descartar, pero todos los especialistas consideran que es muy improbable. Primero, porque la vacuna no tiene grandes requerimientos de conservación, no es tan delicada. Segundo, porque se trata de vaquillonas de uno o dos años que debieron haber sido vacunadas dos o tres veces. La vacunación en Corrientes está a cargo de una fundación, Fucosa, que tiene un enorme poder en esa provincia y mueve mucho dinero. No faltan quienes sostienen que en Fucosa hay movimientos poco claros y que podrían haber fallado las formas de aplicación. En silencio, Fucosa está siendo investigada, pero la hipótesis más probable es la del contrabando.

6

¿Se puede descartar la teoría del sabotaje?

Tampoco se puede descartar del todo. Alguno podría hablar de sabotaje de los mismos laboratorios, pero lo ocurrido en Corrientes –según los expertos– significa aplicar unas 500.000 vacunas más, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que en la Argentina se aplican 110 millones de dosis anuales. Los especialistas sostienen que tampoco hay actualmente una guerra entre laboratorios por el mercado. Por supuesto, está la teoría del sabotaje del propio Gobierno, con el objetivo de bajar el precio de la carne. La magnitud del conflicto internacional que el caso le plantea al Ejecutivo, las difíciles negociaciones que ahora se abren con Chile y la Unión Europea, la competencia con Uruguay, las pérdidas en materia de exportaciones y retenciones parecen dolores de cabeza mucho más grandes que la batalla abierta con los productores de carne por el precio. Son muy pocos los que creen en esta teoría, pero alguna agrupación de productores que la sostuvo ya se está inclinando ante las evidencias y la información de que la clave estuvo en el contrabando.