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Colón y Newell’s, algo más que una provincia y dos colores en común

A los dos clubes rojinegros los emparienta la cuestionada legalidad de sus actos. La AFIP ya impulsó en la Justicia causas contra ambos.

 Por Gustavo Veiga

Entre Colón y Newell’s hay más que una provincia y dos colores compartidos. Otras semejanzas acaban de cobrar notoriedad gracias a la cuestionada legalidad de sus actos. La AFIP, que impulsó causas en la Justicia contra ambos clubes, logró resultados más expeditivos en su investigación a la institución santafesina. El martes 31 de enero, un desproporcionado despliegue de inspectores y gendarmes consiguió lo que, durante 2004 y 2005, no se pudo hacer contra el escurridizo Eduardo López, el presidente de la entidad rosarina. Las elusivas maniobras de este dirigente habrían impulsado que sus pares de Colón lo consultaran para saber cómo escapó de los sabuesos. Pero no repararon en que, al titular de Newell’s, las influencias políticas se le van desvaneciendo. El 30 de diciembre último le abrieron una causa personal por evasión fiscal agravada, por lo que acumula tres (las restantes son por su desempeño como directivo en el club del Parque Independencia). Por eso, sus adversarios creen que se le acerca el final.

La conducción de Colón presentó en el Juzgado Federal N° 2 del doctor Francisco Miño un pedido de nulidad contra los allanamientos en la sede de la institución, los domicilios de dirigentes, jugadores y hasta el estudio jurídico Benavídez, que asesora al club. Mientras tanto, en Santa Fe se conoció que existe una cuenta bancaria en España donde quedaron registradas varias de las presuntas irregularidades que descubrió la AFIP. Una fuente del organismo señaló que “se descubrió que un jugador figuraba con un sueldo de mil y pico de pesos, cuando en realidad cobra como 70 mil por mes”.

El expediente 1006 iniciado el 23 de enero de este año por el ente recaudador contiene datos comprometedores sobre la venta de Daniel Díaz (hoy en Boca), la compra del colombiano Giovanny Hernández, la omisión de retenciones por el impuesto a las ganancias a varios futbolistas, la existencia de contratos dobles, como en los casos de Claudio Marini y Luis Medero (juegan ahora en Huracán y Gimnasia de Jujuy, respectivamente) y otras irregularidades. Los directivos de Colón, preocupados, habrían contratado a uno de los abogados que patrocina a López en Rosario, para salir de este brete judicial.

Como fuere, la AFIP le reclama al club santafesino una suma que supera los 10 millones de pesos, aunque la llegada de gendarmes desde Paraná a Santa Fe y de agentes de la AFIP provenientes de Córdoba –entre dos y tres centenares entre todos– generó un efecto colateral. Los operativos simultáneos y durante un martes en que Colón jugaba con Racing en Buenos Aires, en su afán por sorprender a los investigados, les permitió pasar a la ofensiva contra el juez. Según declaraciones de Néstor Oroño, el abogado de varios directivos y ex directivos, citadas por el diario El Litoral de Santa Fe, se solicitó “la declaración de nulidad de la resolución que dispuso los allanamientos y todos sus actos consecuentes”.

En un lenguaje menos jurídico, el presidente de Colón, Horacio Darrás, había dicho: “Nos trataron como verdaderos delincuentes. Abrieron las puertas violentando cerraduras”. El Colegio de Abogados santafesino le dio la razón en un comunicado, donde rechazó “la metodología implementada en el procedimiento judicial ordenado por la Justicia Federal y llevado a cabo en un estudio jurídico de nuestra ciudad...”. Estos vicios e irregularidades que el club y los letrados denuncian pueden desvirtuar una investigación que compromete no sólo la gestión de Darrás; también la de su antecesor, José Vignatti.

Los procedimientos contra la sede de Colón, las casas de sus jugadores y dirigentes hicieron recordar aquellos operativos mediáticos que desplegaban los “Intocables” de Luis María Peña o la DGI de Carlos Tacchi en los ’90. El fútbol es una actividad que aún permite eludir el pago de impuestos con llamativa facilidad o no cumplir con las más elementales normas financieras y si no que lo diga López, el presidente de Newell’s, un artífice a la hora de cometer esas fechorías sin pagar demasiadas consecuencias. El mismo que una vez fue condenado como organizador de juego ilegal y que desde fines del año pasado se quedó sin cuentas corrientes en el Banco Municipal de Rosario, desde donde libraba centenares de cheques sin fondos.

Quizás el más sospechado dirigente del fútbol argentino no anticipó el precipitado declive de su impunidad, que lo sorprendió en el último tramo de 2005. Un juez federal de Rosario, Germán Sutter Schneider, tiene previsto citarlo a declaración indagatoria este mes por retenciones irregulares de ganancias a los ex futbolistas del club Maximiliano Rodríguez y Fernando Crossa, entre otros. “Debería estar preso hace dos años”, señaló el abogado Gabriel Monserrat, uno de sus adversarios políticos en Newell’s, donde López gobierna desde 1994.

En el ingreso de su duodécima temporada como presidente, parecería que esta vez no zafará de la Justicia. Aunque hasta ahora siempre se las ingenió para evitarla. El 13 de noviembre de 2003 un juez federal, Omar Digerónimo, había allanado su despacho en el club, una farmacia y una estación de servicio propias y la sede de un bingo que regenteaba. Desde aquella orden judicial hasta hoy, López casi nunca fue importunado. “Se frenó todo”, confió una fuente de la AFIP que está al tanto del caso y conoce cómo en el fútbol abundan los dobles contratos.

Según Carlos del Frade, uno de los escasos periodistas rosarinos que pudo investigar con minuciosidad a López, y que denunció cómo el empresario despidió a ochenta trabajadores del diario El Ciudadano, uno de los medios de su propiedad, “el problema es que hace y deshace porque la mayoría de los dirigentes políticos con responsabilidad institucional, en la ciudad, la provincia y el país, lo dejaron ser, hacer y deshacer”. Asimismo, el dirigente, para la fuente de la AFIP, “tiene una cuenta en un banco de Nueva York”, como sus pares de Colón la mantendrían en España.

Esos son motivos suficientes para seguir la pista del dinero. Aunque los rastros de ciertas operaciones se pierdan en el mar y a López le hayan cortado en buena medida su cadena de suministros, todavía tiene el tupé de seguir gobernando Newell’s sin haber ganado las elecciones internas. Su impunidad no será eterna, más allá de los medios que domina, de los guardaespaldas que lo protegen y de cómo se vale del fútbol para conservar una buena dosis de influencia en Rosario, “la Chicago argentina de otros tiempos que él recrea”, según un frustrado candidato a presidente de Newell’s, el veterano Luis Boselli.

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Imagen de un partido entre Newell’s y Colón en Rosario.
Imagen: Fotobaires
 
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