Cuando todavía falta una semana para que termine el mes, el consenso entre los consultores económicos es que la inflación se ubicará en torno del 1 por ciento. Esa es también la estimación oficial. Los pronósticos más optimistas ubican la variación del índice en 0,8 por ciento. En cualquier caso, los números son mejores que el resultado de marzo de 2005, cuando el costo de vida trepó 1,5 por ciento. En aquella oportunidad empezó a quedar claro que la escalada de precios se convertiría en un problema, luego de dos meses previos con subas de 1,5 y 1,0 por ciento.

La política oficial de acuerdos con el sector privado y la intervención tan decidida de Néstor Kirchner para enfrentar las remarcaciones lograrán que al cierre del primer trimestre la situación aparezca controlada, aunque no necesariamente resuelta.

De confirmarse las previsiones para marzo, el trimestre acumulará un aumento del costo de vida de tres puntos e incluso algo menos, contra cuatro puntos del 2005. La encuesta de expectativas entre consultores, bancos y universidades que realiza el Banco Central arroja para todo 2006 una inflación de 12,0 por ciento, inferior al 12,3 con que terminó el año pasado. Esos pronósticos se vienen acomodando a la baja, luego de haber marcado 12,5 por ciento hace dos meses. Entre los bancos de inversión extranjeros ocurre algo similar. El JP Morgan hizo una reducción drástica del 15 al 11 por ciento.

El consultor Carlos Melconian consideró que “se aplacaron las expectativas inflacionarias, ya que todo aquel que por razones cortitas se veía tentado a aumentar ganancias ha postergado esos ajustes”. Melconián es una de las voces representativas de la city. En 2003 había sido elegido por Carlos Menem como su ministro de Economía en caso de que ganara las elecciones. Otro economista ortodoxo, Oscar Liberman, de la Fundación Mercado, dijo que “es cierto que hay oscilaciones en este juego de medidas y resultados, pero el último mes la inflación dio bastante bien y si esta semana se mantienen los precios, en especial de los alimentos, el índice de marzo puede situarse incluso entre el 0,8 y 0,9 por ciento”.

“La economía argentina tiene un ritmo de inflación de entre 0,8 y 0,9 por ciento”, apuntó, a su vez, Miguel Bein, especialista en macroeconomía. Esa velocidad de aumento de precios está determinada –más allá de lo que ocurra en marzo– por el nivel de crecimiento de la economía, por la recuperación del salario y por una política fiscal levemente expansiva.

Un elemento que juega a favor en marzo es que este año Semana Santa cae en abril. Eso traslada el impacto del rubro turismo al mes que viene. Ricardo Delgado, de Ecolatina, sostuvo que “los acuerdos de precios han servido en el corto plazo para desactivar las expectativas lanzadas desde el año pasado que daba tasas de inflación preocupantes”. El economista señaló que para este mes “los números están cercanos al uno por ciento, pero tenemos información de que podría ser incluso menor, ya que habrá bajas en algunos rubros que fueron elevados en diciembre y enero, como el turismo”.