El empleo privado formal sigue creciendo fuerte en los principales centros urbanos, con excepción de Rosario. Las estadísticas difundidas por el ministro de Trabajo ayer dan cuenta de un aumento interanual del empleo del 9 por ciento, una tasa similar al crecimiento de la economía. La construcción explica en gran parte el crecimiento de asalariados registrados, tanto por la incorporación de personal como por el blanqueo del que trabajaba en negro. Según los técnicos de la cartera laboral, las empresas medianas son las principales protagonistas en este proceso de inserción de trabajadores al mercado formal.

La encuesta de indicadores laborales, tomada sobre cinco aglomerados urbanos, muestra para marzo un aumento en la cantidad de empleos formales del 0,7 por ciento con respecto al mes anterior y del 9 por ciento en relación al mismo mes de 2005. Córdoba, Gran Buenos Aires y Tucumán evidencian aumentos por encima del promedio. Resulta más baja en Mendoza (2,1 por ciento mensual y 5,5 por ciento de incremento anual), mientras que sorprende el estancamiento en Rosario (variación nula en el mes, crecimiento del 4,2 en el año). Desde noviembre del año pasado, el empleo se mantuvo prácticamente invariable en el principal centro urbano santafesino, dato que llamó la atención de los encuestadores dado que las áreas más dinámicas y de mayor incidencia regional (producción de soja, industria aceitera) vienen creciendo aceleradamente.

Medido por sectores, el aumento más importante de empleo se observa en la construcción, con un crecimiento interanual del 23,5 por ciento. Según observan en Trabajo, confluyen dos factores para ello: la incorporación de personal por mayor nivel de actividad y el blanqueo de trabajadores impulsado por la demanda para obra pública, que obliga a los contratistas a tener a sus obreros registrados. Aunque en forma despareja –40,5 por ciento en Gran Córdoba, 12,5 en Rosario–, el empleo formal en la construcción crece en todos los aglomerados encuestados.

Más dispar, en cambio, es lo que ocurre con el empleo en la industria manufacturera. Según lo observado por los encuestadores, el principal impulso en la generación de empleo industrial está dado por la inversión de las medianas empresas. En Gran Buenos Aires y Córdoba el crecimiento del empleo formal interanual en la industria promedia el 8,5 por ciento, entre 2,5 y 3 puntos por encima de lo registrado en los otros centros urbanos (Mendoza y Rosario).

Tras 42 meses consecutivos de crecimiento, un dato relevante es que en el presente mes de abril el 13 por ciento de las empresas relevadas estaban buscando cubrir vacantes. La mayoría de las búsquedas correspondía al sector manufacturero y al comercio (27 y 26 por ciento, respectivamente). Es mayoría en este universo de requerimientos laborales el pedido de empleados y operarios calificados (52 por ciento). Sin embargo, los propios responsables de la encuesta destacan lo difundido de la búsqueda, que también abarca en forma significativa a aspirantes con calificación profesional (16 por ciento), con calificación técnica (20) o trabajadores sin ninguna calificación (12 por ciento). “Con este modelo de crecimiento, la demanda de empleo da para todos”, señaló una especialista.

Otro síntoma de la dinámica adquirida por el mercado laboral es una elevada tasa de rotación –salidas e incorporaciones en las empresas–, con una alta proporción de bajas por decisión del empleado. “Esto quiere decir que el trabajador se va porque encuentra mejor empleo o se le abren más perspectivas”, concluyen los que elaboran la encuesta. Del lado de las incorporaciones, el informe destaca que el 80 por ciento se producen bajo la modalidad de contratación a tiempo indeterminado, es decir con carácter “fijo”.

Más allá de la encuesta de indicadores laborales, la perspectiva de los expertos es que el empleo formal seguirá creciendo en los próximos meses, aunque previsiblemente a tasas más bajas que las registradas hasta ahora. No sólo porque la tasa de desempleo es menor, sino porque también se redujo sensiblemente el nivel de empleo informal. “Hay una proporción que permanecerá en esa condición, ya sea porque está en oficios independientes o porque pertenece al servicio doméstico, fuera del circuito del empleo en empresas”, comentan. De todos modos, admiten los analistas, en algunas regiones –Rosario, por caso– y en ciertos sectores –comercio, por ejemplo–, todavía queda un amplio campo de excluidos por recuperar.