Miércoles, 26 de abril de 2006 | Hoy
SOCIEDAD › RESPUESTA ANTE LA DENUNCIA DE LA DEFENSORIA
El gobierno porteño declaró a las villas del Bajo Flores, Soldati, Lugano y Mataderos en “riesgo sanitario”. Lo hizo ante el alerta por el “colapso de la red cloacal, pluvial y de agua corriente”.
Por Eduardo Videla
El gobierno porteño declaró ayer a las villas ubicadas en el sur de la ciudad, entre Villa Soldati y Mataderos, como zonas bajo “riesgo sanitario”. Lo hizo un día después de que la Defensoría del Pueblo diera a conocer un informe sobre la situación que se vive en esos asentamientos a raíz del “colapso de las redes de cloacas, desagües pluviales y agua corriente”. Ayer mismo, en una reunión de gabinete, el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, trazó dos líneas de trabajo: una inmediata, de limpieza y desinsectización de amplias zonas en estado de abandono, y otra, a mediano plazo, que implica la urbanización de esos barrios precarios y la provisión de los servicios sanitarios básicos, para lo cual es imprescindible el aporte de la Nación. En el medio, se realizará un trabajo de emergencia para hacer más prolijos los tendidos anárquicos y precarios de agua corriente, que hoy circula por caños de goma flexible, pinchados y expuestos a la intemperie.
El propio Telerman fue con sus ministros al barrio Los Piletones, en Villa Soldati, para tomar contacto con el problema y con los vecinos. ¿Qué significa la declaración de riesgo sanitario? “Técnicamente, que, pese a la situación detectada, los indicadores como la mortalidad infantil no han aumentado. Los parámetros no se corresponden con una emergencia”, explicó a Página/12 el ministro de Salud, Donato Spaccavento. El funcionario fue uno de los que participó de la reunión de gabinete y de la posterior recorrida, junto a sus pares de Obras Públicas, Ernesto Selzer; de Espacio Público, Lía María; de Medio Ambiente, Marcelo Vensentini; de Producción, Enrique Rodríguez, y de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti. A la primera reunión también fue invitada la defensora del Pueblo, Alicia Pierini, y su adjunto, Atilio Alimena, autores del informe que derivó en la intervención del Ejecutivo.
Una cuadrilla de Espacios Públicos se disponía a desmalezar la zona del Lago Soldati, un terreno inundable sobre el que se levantan viviendas precarias, pero los vecinos los frenaron. “Les pedimos que primero fumiguen con veneno porque si limpian se nos vienen las ratas a nuestras casas”, dijo a este diario Mónica Ruejas, presidenta de la Junta Vecinal de Los Piletones. La dirigente barrial se manifestó “conforme” con la celeridad con que el gobierno respondió al reclamo.
Los trabajos de limpieza se llevarán a cabo, además, en las villas 15, de Mataderos; 20, de Villa Lugano, y 1.11.14, del Bajo Flores. Después de escuchar el informe de los defensores, Telerman dispuso el inmediato reemplazo de las cañerías precarias de agua potable que recorren los barrios, en muchas casos pinchadas y sumergidas en charcos de líquidos cloacales, lo que pone en riesgo la potabilización del agua. “Esos caños fueron tendidos en su momento por el Gobierno de la Ciudad, y los vecinos hicieron derivaciones sin ningún tipo de planificación”, explicó Alimena. Las nuevas cañerías serán enterradas a 60 centímetros bajo la superficie.
Tras la reunión de gabinete, Telerman se contactó con el secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, “a quien se puso al tanto de la necesidad de extender la red de agua corrientes y cloacas” a los barrios precarios de la ciudad, informó a este diario el vocero del jefe de Gobierno, Oscar Feito. Es que para realizar esos tendidos será decisivo el papel de la flamante empresa Agua y Saneamiento Argentinos (AySA). A propósito, Telerman responsabilizó por las carencias que salieron a la luz a la ex concesionaria Aguas Argentinas, que tenía a su cargo la provisión de esos servicios.
La denuncia de la Defensoría había sido realizada el lunes. El informe de Pierini sostenía que por “la falta de mantenimiento, planificación y de inversión” del Estado, se había derivado en el “colapso de la red cloacal, pluvial y de agua corriente”, lo que representaba una “vulneración de los derechos humanos de los habitantes de esos barrios”. Advirtió que la situación existente “podría ser causante de hepatitis, gastroenteritis, meningitis y cólera”, entre otras enfermedades.
El vocero de Telerman sostuvo que ayer “comenzaron las tareas de limpieza para sacar basura, desmalezamiento y remoción de escombros” en los asentamientos, donde mañana “se podarán los árboles, limpiarán sumideros, controlarán plagas y mejorarán la iluminación”. “Respecto de la salud, se inició la verificación del estado ambiental de la zona y el estado epidemiológico de los habitantes”, manifestó. Y agregó que “está prevista la readecuación de lugares de vivienda para un asentamiento ubicado debajo de la autopista”.
El diputado Norberto La Porta (Partido Socialista) insistió en anteriores pedidos realizados para que el barrio Los Piletones tenga “un centro de salud, mejor alumbrado y el funcionamiento del regulador de lluvia contaminado por el volcado de líquidos cloacales”. Por su parte, el presidente de la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña, Marcelo Meis, recordó que el pasado 7 de abril denunció el “hacinamiento e indignidad humana en los que viven unas 1800 personas del asentamiento denominado Autopista 7, debajo de la Autopista Héctor Cámpora”.
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