El Gobierno comenzó ayer a debatir con los secretarios de Agricultura de las provincias los lineamientos del Plan Ganadero anunciado el 9 de mayo. La IV Reunión Extraordinaria del Consejo Federal Agropecuario fue el escenario elegido para escuchar los reclamos y sugerencias de los funcionarios provinciales, quienes también aprovecharon la oportunidad para exigir una mayor apertura de las exportaciones.

Los representantes de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos fueron los encargados de pedir la liberación de las exportaciones para “recuperar la rentabilidad del sector”. Además expresaron la necesidad de “aceitar los mecanismos de articulación” entre el Gobierno y las provincias y evitar la centralización de las decisiones estratégicas.

El secretario de Agricultura de Córdoba, Carlos Briganti, advirtió que “sin una puesta en práctica de la instrumentación federal del plan no se podrá llevar adelante el desarrollo del sector”, y agregó que “si no se flexibilizan las exportaciones, se restringe esta capacidad de desarrollo”.

El secretario de Agricultura, Miguel Campos, respondió que el Gobierno realiza un monitoreo permanente de la situación y analiza ampliar la apertura de las exportaciones. Además aseguró que el Plan Ganadero implica un “cambio profundo” que exige un “tiempo de madurez” por parte de todos los actores.

Tras resaltar el aporte de las entidades del campo al proyecto, destacó que el importante volumen de recursos destinados revela la decisión del Gobierno de “apostar al desarrollo del sector”, al que le reconoció “su papel fundamental” en la evolución de la economía del país.

El programa prevé un costo anual de 217,2 millones de pesos, de los cuales 174,5 millones corresponderán a “Cambio Ganadero”, 18,1 millones a la trazabilidad del rodeo, 4 millones al subsidio para implementar el sistema de comercio electrónico, 18 millones a transferencias a planes de desarrollo ganaderos provinciales y 2,5 millones a la introducción y mejoramiento de forrajes. “Cambio Ganadero” contempla para el período 2006-2010 el acceso a la asistencia técnica financiada; el apoyo para la implementación de un Plan Sanitario y Reproductivo Básico, a través del otorgamiento de recursos financieros no reembolsables, y el apoyo para la implantación y/o mejoramiento de forrajes, a través del otorgamiento de recursos financieros no reembolsables.

En el Gobierno afirman que la implementación del plan permitirá hacer frente a la presente baja del stock ganadero y el aumento de la faena, sumado el incremento de las demandas interna y externa, así como el relegamiento de las áreas ganaderas por el avance de la agricultura.

Entre sus beneficiarios, distingue a los productores ganaderos que tengan hasta 250 cabezas de ganado (unos 46.500 productores en todo el país), los productores que tengan entre 250 y 500, y los productores que tengan entre 500 y 1000 cabezas.

La cobertura consiste en asistencia técnica, apoyo a un Plan Sanitario y Reproductivo (que beneficiaría a 182 mil productores que poseen 29,6 millones de cabezas) y el mejoramiento e implantación de forrajes (que incluiría a 169 mil productores).

El objetivo es aumentar la productividad del rodeo –reducida por los problemas sanitarios y la disminución de la oferta forrajera–, mejorar la competitividad de la cadena y los sistemas comerciales –afectada por las distorsiones en el mercado interno–, reorganizar la política de exportaciones y modificar los hábitos de consumo. Además del aumento de la productividad, entre los lineamientos del plan está contemplado el mantenimiento del peso mínimo de faena, la trazabilidad del rodeo y la generación del sistema de precio de referencia para el ganado en pie para aumentar la transparencia del comercio en el mercado interno.