El ministro de Planificación, Julio De Vido, hizo un balance “altamente positivo” del viaje del presidente Néstor Kirchner y su comitiva a España, en especial por la buena receptividad por parte del Gobierno y los empresarios de ese país. De Vido confirmó que durante la reunión que sostuvieron con el titular de Repsol, Antonio Brufau, éste había comprometido dos mil millones de dólares más de lo previsto en inversiones.

“Fue una semana muy productiva porque tuvimos la posibilidad de conversar con empresarios que tienen inversiones en nuestro país”, dijo el ministro en declaraciones a una radio local. De todos modos, el acuerdo que más destacó en su balance fue el que se selló con Aerolíneas Argentinas. “Va a consolidar el futuro de la empresa, será una tarea difícil pero no imposible”, señaló.

Descartó, por otra parte, la posibilidad de que se produzca una crisis de abastecimiento de energía en el país y destacó, en cambio que en las últimas semanas Argentina proveyó auxilio energético a Uruguay. “Días pasados hemos estado trabajando con el ministro Lepra y sus colaboradores para solucionar una situación muy crítica que había creado la baja muy pronunciada del río Uruguay.” El ministro subrayó que “Argentina colaboró en este aspecto con Uruguay, pese a haberse registrado en plena temporada invernal y en el momento de máximo consumo”.

De Vido compartió ayer un desayuno de trabajo en Madrid con el titular de Repsol YPF, Antonio Brufau, con el objeto de analizar pormenores del adelanto de inversiones que comprometió la petrolera para el período 2007/2009. Pese a las declaraciones tranquilizantes de De Vido, la urgencia del gobierno argentino por recuperar reservas se explica por un horizonte de consumo en crecimiento que obligaría al país, antes de que termine la década, a recurrir a petróleo importado para complementar su producción.

Por su parte, la petrolera española busca recuperar espacio en Latinoamérica después de haber sufrido un desplazamiento en Bolivia, tras la nacionalización de los hidrocarburos, sin que hasta ahora haya logrado recomponer su relación contractual con el Estado boliviano que sigue en una situación poco estable.

Las perspectivas de desenvolvimiento de Repsol en el país del Altiplano sigue tropezando con la fuerte oposición política. Ayer, una diputada del MAS, el partido del presidente Evo Morales, acusó a Repsol Gas de haber recibido ilegalmente 37 millones de dólares entre 2002 y 2004 como subsidio del Estado para que distribuya gas licuado de petróleo a la población con precios rebajados. Según la diputada Milena Aracel y Hinojosa, el beneficio sólo le hubiera correspondido a empresas que operaban desde antes de 1999, mientras que Repsol Gas obtuvo licencia recién en 2002.