Una vez descartada la posibilidad de desactivar el paro agropecuario, el Gobierno inició ayer su contraataque contra el campo. La ministra de Economía, Felisa Miceli, aseguró que el sector “está viviendo un gran momento” y difundió un informe donde se detalla que la rentabilidad de los productores durante el trienio 2003-2005 ha sido notablemente superior al promedio de los ’90, desestimando las afirmaciones de referentes del sector (Sociedad Rural) que en los últimos días aseguraron estar peor que durante la década pasada. A última hora Miceli firmó además la prórroga de las retenciones a los lácteos por 60 días (ver aparte). Así refutó las versiones sobre una inminente baja y buscó dejar en claro que no habrá concesiones bajo presión.

A su vez, desde la conducción central de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) ratificaron el lockout patronal consistente en no enviar granos ni carnes a los distintos mercados durante cuatro días. La comisión directiva de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que hoy inaugura la Exposición de Palermo, dio a conocer ayer su posición con un confuso comunicado donde se afirma que “SRA respeta y aconseja a sus asociados respetar la medida anunciada por CRA” (sic). Fuentes de la entidad intentaron luego traducir la postura ante este diario al señalar que “la Rural no adhiere, pero apoya la huelga y deja en libertad de acciones a sus asociados sin alterar el cronograma pautado para la Exposición”.

El martes por la mañana la entidad presidida por Luciano Miguens invitó a los periodistas a una recorrida por el predio de Palermo. Allí los técnicos de la entidad aseguraron que la rentabilidad del sector ganadero “es mucho más baja que en los ’90”, debido a que la suba en el precio del novillo experimentada desde la devaluación no alcanzó a compensar la suba de costos, pues “las semillas para pasturas, los fertilizantes y las maquinarias están en dólares”. Incluso citaron un relevamiento realizado entre proveedores de insumos que mostraba una caída en las ventas de alimento balanceado, semilla forrajera, antibióticos, bebederos y alambrados.

Manuel Cabanellas, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, una de las entidades impulsoras del paro e integrante, reforzó ayer las críticas al afirmar que la huelga “apunta a que el Gobierno cambie las reglas del juego, que hasta ahora impuso con el cierre de las exportaciones a la carne y el mantenimiento de las retenciones a la leche”. En CRA están convencidos de que la apertura gradual de las exportaciones anunciada por el Gobierno el 26 de mayo fue consecuencia de la presión ejercida por las movilizaciones realizadas por los productores en los distintos pueblos del interior y, sobre todo, por la amenaza de paro realizada en ese momento. Por eso ahora recurren a la misma estrategia.

El Gobierno intentó primero desactivar el paro. El secretario de Coordinación Técnica, Guillermo Moreno, y el subsecretario de Agricultura, Javier De Urquiza, se reunieron en jueves pasado con la cúpula de CRA, pero no obtuvieron resultados. Entonces se decidió no ceder a las presiones y contraatacar con un informe, difundido ayer, donde se muestra que el campo está lejos de ser arrasado por las siete plagas, como sostienen algunos dirigentes.

El trabajo destaca que “el conjunto de los sectores agroalimentarios alcanzaron mayor poder adquisitivo en sus ingresos agropecuarios hasta acumular en las últimas campañas un valor de 33 mil millones de pesos –expresado en moneda constante de abril de 2006– por encima del promedio 1993/2001”. En relación con la agricultura se señala que las ganancias de los productores tuvieron un pico en 2002, luego del cual disminuyeron “hasta ubicarse en valores que duplican el poder adquisitivo de los ’90 (con excepción del trigo). En cuanto a la ganadería se afirma que “en cría se obtienen valores similares a los de 1999, cuando el país ostentó elstatus de país libre de fiebre aftosa, mientras que en invernada, los valores superan a cualquiera de los registrados en el período de la convertibilidad”.

El informe asegura además que este desempeño se vio favorecido por “las acciones de política económica que brindaron condiciones para aprovechar los buenos momentos de los precios internacionales de cada uno de los commodities”. De este modo, el Gobierno busca mostrar que, más allá de las retenciones y la vigencia de restricciones a las exportaciones de carne y trigo, el campo se queja de lleno.