Convertido en un entusiasta de la “institucionalización” del Mercosur, su titular de la Comisión de Representantes, Carlos “Chacho” Alvarez, llegó ayer antes que todos a Córdoba para participar del encuentro del bloque con las organizaciones civiles. Chacho quiere darle al Mercosur un mayor contenido social, pero dice que no es fácil. Acusa a las burocracias de algunas cancillerías de actuar “como si todavía estuviéramos en los noventa”. Una de las propuestas que difundió aquí, compartida con el venezolano Hugo Chávez, es la de crear un observatorio democrático de la región en el que especialistas puedan seguir diversos asuntos y, de repente, actuar como veedores de una elección. En el bar del Hotel Holiday Inn donde se aloja, Alvarez ve con entusiasmo un Mercosur con mejor clima y sin el síntoma de “respirador artificial” que mostraba hasta hace poco.

–¿Cómo llega el Mercosur a esta cumbre?

–Mejor que hace tres o cuatro meses. El ingreso de Venezuela lo reanimó mucho. Un poco por exitismo: nadie se hace socio de un club que está por quebrar. El ingreso de la tercera economía sudamericana, el sexto productor de petróleo, grandes reservas de gas –más la posibilidad que se agregue Bolivia– ha reanimado mucho. Hace dos o tres meses estábamos con la discusión con Uruguay sobre el TLC con Estados Unidos y con los conflictos bilaterales, como el de las plantas papeleras, impactando en la agenda. El ingreso de Venezuela ayudó a construir una agenda más positiva.

–¿Cambia el eje interno el ingreso de Venezuela?

–Crea un eje inédito en la región que va desde el Caribe a Tierra del Fuego. El eje Venezuela-Brasil-Argentina construye otra columna vertebral y nos acerca más a la idea de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Es fortalecer al Mercosur como organismo y empezar a elaborar la agenda estratégica de la que se ocuparía más la Comunidad Sudamericana. Por ejemplo, este Observatorio Democrático podría amplificarse a la Comunidad Sudamericana. En la lucha contra las asimetrías también permite ser más optimista. Venezuela le permitió ingresar una importante cantidad de productos con arancel cero a Uruguay y Paraguay. También lo está ayudando a Uruguay, a través de Pdvsa, a construir una refinería. Hay un cambio en el marco de la integración. No digo que haya optimismo, pero salimos de esa idea de respirador artificial.

–¿Bolivia va a ser el sexto miembro pleno?

–En el acto de hace poco en Caracas, tanto Kirchner como Lula y Chávez plantearon el ingreso de Bolivia y Evo Morales aplaudía. Bolivia está planteando la renovación de unas preferencias con Estados Unidos para la renovación de los cultivos de coca. La pertenencia a la Comunidad Andina depende en parte de eso. El ingreso de Bolivia al Mercosur va a estar flotando en el ambiente. Falta también que Evo resuelva el precio del gas que le va a pagar Brasil.

–¿Con el ingreso de Bolivia el tema energético se va a convertir en la esencia del Mercosur?

–Hoy lo que prevalece son los estados nacionales que deben garantizar la provisión energética, a mediano plazo es la integración de un mercado energético regional. Ahí estará la importancia del Gasoducto del Sur y del anillo energético. Pero va a haber tensiones entre las agendas nacionales y la de la integración.