El Gobierno estudia un aumento del salario mínimo de entre 100 y 200 pesos. Por eso abrirá las negociaciones con gremios y empresarios bajo el paraguas del tripartito Consejo del Salario, al que convocó para el próximo jueves. En la actualidad, la ley establece que ningún empleado privado debe ganar menos de 630 pesos.

La decisión oficial de mejorar los ingresos de los asalariados llegó ayer los oídos de Hugo Moyano durante su visita a la Casa Rosada. El titular de la CGT estuvo reunido con Néstor Kirchner y Carlos Tomada durante 45 minutos. El Presidente y el ministro de Trabajo confirmaron oficialmente luego la convocatoria al Consejo.

Este ámbito, que preside el ministro o el secretario de Trabajo, está integrado por 16 representantes de los empleadores (dos por el gobierno, dos por las provincias y 12 por el sector privado) y 16 representes de los trabajadores, tanto de la CGT como de la alternativa CTA.

En la tarde de ayer quedó en claro, una vez más, la inclinación de Kirchner por el sindicalismo peronista. Moyano no llegó solo: lo acompañaron José Luis Lingeri, Juan Manuel Palacios y Angel Frutos, miembros de elenco estable de la CGT. En cambio, la CTA, de Víctor De Gennaro, y la Unión Industrial, de Héctor Méndez, fueron anoticiados telefónicamente.

Anoche, el titular de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires, Osvaldo Rial, y de la Confederación General económica, Marcelo Fernández, coincidieron en la necesidad de recomponer el salario mínimo.

Tal como venía anunciando el Gobierno, la convocatoria al Consejo se produce como corolario de la ronda de negociaciones colectivas con los sectores de la industria. El último fue el de la UOM. Actualizar el salario mínimo será una señal para sectores que hace un año que no mejoran su situación, a pesar de la inflación anual superior al 10 por ciento. Moyano mostrará la convocatoria, y en consecuencia el inminente incremento, como un triunfo propio ante los suyos. El tema seguramente estará presente en el plenario de hoy de las 62 Organizaciones, el brazo político de la CGT.

En el 2003, a través de un recurso de amparo, Moyano logró desempolvar el Consejo del Salario, que estaba inactivo desde 1993. Así se puso fin al irrisorio piso de 200 pesos. Y en otras dos reuniones, en los últimos dos años, lo llevaron a los 630 pesos actuales en forma escalonada.

La CGT reclama un salario mínimo equivalente a la línea de pobreza, que hoy es de 859,95 pesos. De todos modos, reconoce que ese ingreso de referencia se toma en cuenta para una familia tipo con dos hijos y no para un trabajador soltero y sin carga familiar. Precisamente por eso, se dará por satisfecha si finalmente se impone un incremento –de una sola vez o escalonado– de entre 100 y 200 pesos, el mismo rango que maneja el Gobierno.

Si bien el impacto sobre el salario es relativo, ya que muchos trabajadores cobraban el mínimo en blanco y el resto en negro, la mejora obligará a las empresas a abonar las cargas sociales sobre un haber legal más alto, lo que mejoraría los ingresos de la seguridad social y del Estado.

La Ley de Contrato de Trabajo establece que “el salario mínimo, vital y móvil es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin carga de familia en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegura alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimientos, vacaciones y previsión”.

Dicho de otro modo, ningún empleador puede abonar a un trabajador mayor de 18 años un sueldo inferior al mínimo. Y si tiene hijos, a ese valor hay que sumarle asignaciones familiares. Las mejoras de éstas son precisamente otros de los reclamos que ya llevó Moyano a la Rosada. Ayer no lo reiteró, prefirió hacer un repaso con Kirchner de otros temas de coyuntura, como el conflicto con Uruguay por las pasteras, la negociación con Chile por la comercialización del gas, y de fútbol. Coincidieron en todo, menos en quién será el campeón del próximo torneo. El Presidente, aseguró que Racing. Moyano dijo Independiente. Habrá que dejarlos soñar.